martes, 18 de diciembre de 2007

ME GUSTAN LAS NAVIDADES

Sopla un poniente suave, los mástiles de los barcos se mecen suavemente de un lado a otro. Alguno está iluminado por unas cuantas bombillas, incluso en uno con matrícula francesa han colocado un reducido árbol de navidad debajo de la botavara. En la mar también se celebra la Navidad.

Mañana temprano, cuando salga el sol, partiré hacia mi pueblo, a pasar las Navidades. A pesar de todos los tópicos, a mí sí me gustan estas fechas. Quizás queda mejor decir que son artificiales, que son consumistas, que se ha perdido el verdadero espíritu de la Navidad, que son fiestas enfocadas a los centros comerciales y tantas y tantas cosas…y seguramente será cierto, pero, insisto, a mí me siguen gustando estas fiestas.

Todos estos tópicos, y algunas realidades, se ven compensados al ver en los ojos de mis hijas la magia con que esperan la noche de Reyes, el embrujo que les produce verlos. Cuando era pequeño, en mi pueblo, los Reyes, como no podía ser de otra manera, llegaban en una barca. Los niños estábamos expectantes observando cada movimiento en la mar, era una pugna para ver quien era el primero en verlos. Una vez llegaban a puerto, observábamos boquiabiertos cada movimiento que realizaban ¡con que solemnidad descendían!, luego les subían a la parte trasera de unos camiones engalanados, tan engalanados que a nosotros nos parecían verdaderas carrozas. Mientras nosotros corríamos, ellos saludaban y tiraban caramelos. Luego venía el mejor momento, la entrega de regalos ¡qué expectación!

Me gustaban esas fiestas, y me siguen gustando, por que quiero creer que los Reyes Magos, Papa Noel, el Olentzero (en el País Vasco), el Tió (en Catalunya) o quien quiera que sea, siga trayendo ilusiones al niño que todos llevamos dentro, que traiga buenos deseos, que nos traiga fuerzas para hacer un mundo mejor o al menos para intentarlo, que traiga PAZ, que traiga tolerancia para los intolerantes y conciencia para los inconscientes, cordura a los fanáticos, a los salvapatrias que les haga entender que el mundo es la patria de todos y las banderas las sábanas con que se tapan cada noche las personas que amamos.

Felices fiestas navegantes.

viernes, 14 de diciembre de 2007

MEDITERRANEO


Salgo a cubierta y huelo a mar, a Mediterráneo, a fenicios y romanos, mil batallas perdidas, y ganadas, Islam, civilizaciones que comparten las mismas olas y mareas, la misma espuma del mar, mestizaje, almadrabas, golfos, faros, playas solitarias, casi salvajes, y playas saturadas, llamada a la oración desde el minarete y repique de campanas, catedrales del mar y mezquitas encantadas, Sagrada Familia y la Alambra, Alejandría, Barcelona, Marsella, Orán, Trípoli, Camarón, Serrat, veleros de la Copa América y pateras…y aun con todas las diferencias y sensaciones encontradas, y a pesar de creernos superiores a los que llegan, sin acordarnos que nosotros un día también nos fuimos, y a pesar del recelo con que miramos la chilaba y el velo, y a pesar, también, del recelo con que miran a la mujer sin velo y falda, y a pesar, a pesar, a pesar…

¿No sería posible cambiar el “a pesar” por “vamos a intentar”?

miércoles, 12 de diciembre de 2007

SIN MEMORIA

El paso del tiempo permite, entre otras cosas, ver la vida con cierta perspectiva, con la lejanía suficiente para poder discriminar lo correcto de lo incorrecto, de lo que vale la pena recordar y grabar a fuego en el alma, y de lo que sería mejor pasar por alto obviando que ha ocurrido.

Lo bueno y lo malo, los amigos inolvidables y los enemigos, algunos también inolvidables, el primer beso, el primer amor, el amor definitivo, o al menos eso espero, el nacimiento de mis hijas, sus primeras palabras, sus primeros pasos, un amanecer, un atardecer, la luz del Mediterráneo y la fuerza del Cantábrico, mi boda, la gente que quieres y ya no está, los que están y sería mejor que no estuvieran, el amigo asesinado, el amigo valiente que se enfrenta a los asesinos, mis canciones, mis libros, mis poetas Benedetti, Neruda, Machado, Lorca… mis pintores Antonio López, Hopper…y tantas y tantas cosas que navegan conmigo rumbo a Itaca.

He conocido a una persona que padece Alzheimer, no tiene recuerdos, no tiene memoria, su camino está a punto de llegar al final y sus alforjas están vacias.

¿Os imagináis vivir sin recuerdos?

lunes, 10 de diciembre de 2007

SALVADOR ALLENDE




Me levanto temprano, me asomo por la pequeña ventana del camarote y el sol, de manera súbita e impredecible invade cada pliegue de mi cara, me calienta el alma y el espíritu decaído por la añoranza revive bruscamente. Salgo a la cubierta, no queda nada de la música que la noche anterior llenaba las islas. Me fijo en el barco cercano al mío, ya no hay gente bailando, ni moviéndose de estribor a babor o de proa a popa, sólo se observa ondeando en el mástil la bandera de Chile.

Durante la mañana veo como parte de la tripulación empieza a revivir, el silencio hace que se oiga perfectamente un acento peculiar. Desde luego no sabría distinguir si argentino, uruguayo o chileno, pero la bandera ondeando hace que me incline por esta última opción.

Un buen café, la música de “La memoria de los peces” ,un Cd de Ismael Serrano con canciones memorables: “Al bando vencido”, “Vine del Norte”, “A las Madres de Mayo” ,“Recuerdo” y la bandera chilena meciéndose con libertad hacen que venga a mi memoria uno de los personajes que más admiro: Salvador Allende.

Un Presidente socialista, democrático, del pueblo, odiado por los fascistas, asesinado por los generales golpistas en colaboración con la CIA, estando al frente de la misma George Bush, padre. Que acertado es el refrán “de tal palo tal astilla”.

El día en que lo mataron, el día de la infamia, el 11 de septiembre de 1973, Salvador Allende emitió por la radio desde el Palacio de la Moneda, cinco discursos, el primero a las 07:55 y el último a las 09:10. También hay una foto que muestro en el blog, es la última fotografía que se tiene de Salvador Allende vivo, en la mano porta una metralleta regalada por Fidel Castro.

Publico el último discurso de Allende, y mientras lo leo intento imaginarme, aunque sé que es difícil, la impotencia y la rabia que debió sentir en esos momentos. Es un poco largo pero, navegantes, os aseguro que vale la pena.

" Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de radio Portales y radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director general de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar!

Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder.
Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición."




jueves, 6 de diciembre de 2007

AMIGOS






Está atardeciendo y veo que en la cubierta del barco fondeado junto al mío se están montando una pequeña fiesta, al menos se oye música, risas y puedo ver las siluetas de la gente moviéndose de un lado a otro. Observando a esa personas me doy cuenta que hace tiempo que no río, aunque sinceramente nunca he sido bueno contándome chistes y mis ocurrencias ya las conozco, no me sorprendo.

En esta puesta de sol creo que la música más apropiada es “Lágrimas Negras” de Bebo y el Cigala, concretamente la canción “Eu sei que vou te amar”. Impresionante.

Cojo el álbum de fotos, quiero y deseo acordarme de mis amigos, de los buenos amigos, de los que siempre están ahí cuando los necesitas, a pesar de estar meses sin verte.

Eso me ocurre con Fabián, un tipo excelente, y VALIENTE, con el que siempre estaré en deuda, entre otras cosas por que él me enseñó a amar la poesía de Benedetti. Espero que sea feliz, muy feliz y que Maika me lo cuide mucho, y sobre todo que me lo mime. Pero si como amigo es excepcional como padre es un ejemplo a seguir. He conocido pocos hombres tan implicados como él. Antes también he utilizado el adjetivo VALIENTE, sí, con mayúsculas. Una persona que vive en el País Vasco y que pertenece a Gesto por la Paz no puede ser menos que VALIENTE. ¡Qué orgulloso me siento de poder tener un amigo como él!

Otros buenos amigos son Ángel y Estitxu, y Joseba y Yolanda. Ángel es la típica persona que cuando estás jodido él siempre tiene una palabra amable y por arte de magia lo que tu veías negro pasa a convertirse en blanco, o al menos en gris. Me hace gracia cuando se despista, menos mal que a su lado tiene una compañera como Estitxu. Ella es el complemento perfecto, es una mujer sensata, una madre que se vuelca en su hija y una gran amiga, siempre dispuesta a abrirte su casa para que te refugies en ella. Una persona que te escucha.


La segunda pareja está compuesta por Joseba y Yolanda. De Joseba os diré que es de las personas más íntegras e inteligentes que he conocido. Es un orgullo que sea mi amigo. Al igual que Yolanda, es de admirar sus principios, defendiéndolos a capa y espada. Joseba es un socarrón, con un humor ácido que me encanta. Yolanda es una mujer con una visión clara de las cosas, te enfoca los temas de tal manera que para mí es muy importante su opinión.

Otra amiga importante es Begoña, mi compañera de viaje. Una mujer valiente, con una voluntad de hierro. Una mujer que cuando ha llegado un temporal ha sabido refugiarse y refugiarme. Gracias por todo.

Os quiero
JOSEBA Y YOLANDA ANGEL, ESTITXU Y SU ENCANTADORA HIJA REBECA


viernes, 30 de noviembre de 2007

FONDEADO EN LAS COLUMBRETES



Ha salido un día despejado. No queda ni rastro de las nubes que ayer tamizaban el firmamento. La mar está en calma, con un color azul intenso igual que el cielo que me cubre. La claridad del día permite ver a lo lejos las Columbretes, y hacia ellas enfilo la proa de mi barco, una vez en el lugar intentaré fondear en L´Illa Grossa ya que tiene forma de arco abierto y en el caso de que se levante un poco temporal me protegerá.


A medida que me voy acercando puedo ver los grupos de islotes de la Ferrera, la Foradada y el Carallot. Pero de todo ello lo que más me entusiasma es el faro que se encuentra en L´Illa Grossa.

Estoy entrando en la ensenada con forma de herradura, que según algunos puede ser un antiguo cráter; a babor dejo los tres islotes llamados Mascarat, Senyoreta y Mancolibre y a estribor, a unos setenta metros de altura veo la colina donde se asienta el viejo faro. En el camino observo varios barcos fondeados en medio de la ensenada, en una zona conocida como Puerto Tofiño. Veo que hay alguno igual que el mío, un Puma 37.

Una vez en el interior de la media luna entiendo por que dicen que sólo se puede permanecer dentro del puerto cuando soplan vientos de dirección SE, del S, del SO y del W. Por el contrario, si los vientos proceden del NO, N, NE y E las embarcaciones no pueden entrar y tienen que acceder a la isla por el Sur, concretamente por una zona llamada Escala de España.

He fondeado a unos quinientos metros de donde se halla un imponente velero. Tengo la impresión que es uno de los tantos que organizan cruceros e inmersiones por el Mediterraneo. Se ve movimiento de gente por la cubierta, bueno al menos, durante los días que esté en las islas no me sentiré solo, aunque sinceramente nunca me ha importado la soledad y menos cuando es una opción personal.

Como hace un esplendido día aprovecho para leer curiosidades sobre el bello faro que domina la isla. Al parecer inició su actividad hacia el 1860. En un principio se necesitaban cuatro familias para atenderlo y más tarde se llegó sólo a una. Permanecían tres meses en la isla y al cuarto descansaban. Me imagino la dureza que debió ser para esas familias la vida en el faro. No tenían contacto con el exterior, de hecho hasta 1921 no se instaló un equipo de radio y en cuanto a los suministros, estos llegaban quincenalmente a la isla desde Baleares, Valencia y Castellón, en embarcaciones cuya travesía duraba hasta 11 horas. ¡qué vida la de aquellos fareros!.


Os seguiré contando anécdotas de las islas mientras esté atracado en esta ensenada.


martes, 27 de noviembre de 2007

RUMBO A LAS ISLAS COLUMBRETES 3ª Parte


En esta época del año la luz del día desaparece con prontitud y el brillo de la luna menguante empieza a aparecer a través del cielo encapotado. Me encuentro a tres millas de las islas, podría llegar a ellas pero decido fondear y esperar a que amanezca para acercarme a esos islotes. Quiero que me sorprendan.

Me preparo algo para cenar. Después, acompañado de un buen café caliente subo a cubierta a contemplar el mar, la luna y las nubes. Sentado, delante del timón, recuerdo un libro que me marcó, un libro que leí cuando tenía doce años. Es curioso, pero me acuerdo perfectamente de los momentos en que lo estaba leyendo. Era verano y estaba con toda la familia en la playa. Recuerdo que sólo entraba en el agua para refrescarme y volvía a salir para continuar leyendo esa maravillosa historia. La novela en cuestión era “El Corsario Negro” de Emilio Salgari.

La historia se desarrolla en el Mar Caribe, en una época en que los hombres buenos sabían lo que era la palabra lealtad, honor, amistad y demás valores que hoy en día, desgraciadamente, parecen anticuados. El Corsario Negro era un noble italiano que se dedicaba a la piratería con la única finalidad de vengarse del malvado gobernador de Maracaibo, el mismo que asesinó al Corsario Verde y al Corsario Rojo, ambos hermanos del valiente Corsario Negro. La muerte de sus hermanos no fue la única desgracia que le tenía preparado el destino. El gobernador tenía una hija bellísima y, casualidades del destino, el valiente corsario y ella se enamoraron. El idilio fue breve pero apasionado, de hecho tuvieron una hija Yolanda.

En la cubierta de mi barco, con la brisa del mar golpeando en mi cara, oteando el horizonte, me siento como un filibustero a punto de entrar en la fortaleza, soñando que en el viejo faro que hay en la isla se encuentra, prisionera, una hermosa dama esperando a que la rescate.

Desgraciadamente, ya de más mayor leí “Trafalgar”, otra gran novela de marinos y te das cuenta, que no sólo existen palabras con valores loables sino que también existe muerte, desolación, asesinatos, abordajes, dureza, sables hundiéndose en la piel del contrario, cañones reventando mástiles, maderas que al romperse se convierten en proyectiles clavándose en cuerpos de jóvenes grumetes.

El paso de una novela a otra es como la vida, cuando te haces mayor tus fantasías o sueños se desvanecen, o eso intentan, sin embargo me niego a que eso ocurra. En mi mástil hondea la bandera negra con las dos tibias y la calavera. Quiero que quede claro que mi barco es una nave pirata y aviso a los que se acerquen a hundir mi barco que lucharé hasta el final, que no me rindo, que soy un hombre de honor y no permitiré que ningún gobernador se entrometa en mi camino.

Gracias Emilio Salgari por escribir ese maravilloso libro.

Espero que pase rápida la noche, ya tengo ganas de ver las islas y como no, el viejo faro.

domingo, 25 de noviembre de 2007

RUMBO A LAS ISLAS COLUMBRETES 2ª Parte

Hemos reparado la avería del velero y pongo de nuevo rumbo hacia las islas.

Era un velero precioso, concretamente un Dufour 50 Prestige. Se le había roto el estay de galope, espero que el apaño que hemos hecho les permita llegar a Oropesa, que según la carta náutica es el puerto más cercano. En el barco vivía una familia italiana con tres hijos, el padre se llamaba Paolo y la madre Isabel. Iban de regreso a Nápoles después de viajar por el mundo durante cinco años, de hecho, el pequeño de los hijos era de nacionalidad chilena.

Me invitaron a tomar un café, mientras, de fondo, sonaba la hermosa música de Joao Gilberto. Reconocí algunas canciones, “Las chicas de Ipanema”, “Corcovado”, “Desafinado”, “O grande amor”... Estuvimos hablando de viajes, de caminos interrumpidos, de temporales, de rumbos equivocados, de lugares en la vida, de la gente maravillosa que te encuentras y de lobos marinos, curtidos en mil batallas. Me hablaron, de sitios hermosos y de lugares terribles, pero sobre todo se les notaba que estaban enamorados de Sudamérica.

Decían, y creo que no les falta razón, que en ese hermoso continente aún es posible creer en la utopía, todavía queda tiempo, aunque cada vez menos, para que la madre tierra no se sienta como una puta con la que todo el mundo tiene derecho a acostarse a cambio de cuatro duros. Todavía queda la esperanza de que a la selva amazónica se la respete, que no la quemen, que no adulteren a su gente, que en lugar de darles cruces y dioses nuevos a los que adorar, les den medicamentos y medios para subsistir. Ellos ya tienen sus dioses. Los pueblos indígenas no necesitan dinero por que no hay nada que comprar, la selva les proporciona, o proporcionaba, lo que necesitan, tampoco hay que darles tierra, por que la tierra ya es suya, simplemente lo que hay que hacer es respetarlos.

Mientras continuaba hablando con Isabel, su marido, al ver que me interesaba el tema de los pueblos indígenas, me trajo un folleto de la ONG “Survival”, un movimiento que trabaja para proteger a los pueblos indígenas. Me mostró unas fotos de unas tribus amazónicas que viven en el estado de Rondônia, Brasil. Me explicó que hoy en día los kanoê suman tres personas y los akuntsu ocupan un trozo de selva conocido como el área de Omerê que, aunque ha sido delimitada de forma legal, está rodeada de enormes ranchos de ganado y plantaciones de soja. Pero su mayor peligro, me explicó Paolo, son los terratenientes y el contacto con los extranjeros, ya que son pueblos muy vulnerables a las enfermedades. También me hablaron de los guaranís, tribu que se encuentra asentada en Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil. En este último país viven hacinados en pequeñas parcelas de tierra, rodeados de plantaciones y haciendas de terratenientes, que los explotan como mano de obra barata.

Sus comentarios hicieron que mi alma se estremeciera, en realidad todos sabemos que eso existe pero cuando a esos hombres y mujeres les ves la cara y sabes sus nombres, todo te afecta mucho más.

Me despedí de ellos con un abrazo y les deseé que, donde quiera que estuvieran, encontraran su parcela de tierra.

jueves, 22 de noviembre de 2007

RUMBO A LAS ISLAS COLUMBRETES 1ª Parte

La proa mira hacia donde está saliendo el sol. Parece una pequeña colina en el horizonte, un reducido punto de color rojo, que dentro de no mucho tiempo se engrandecerá dispuesto a engullirme. Aguantaré el rumbo hasta que ese astro surja en su totalidad de la lejanía y se eleve, majestuoso e impresionante, hacia el infinito. En esos momentos viraré y pondré mi pequeño barco dirección sureste, camino de las Islas Columbretes.

La mar está en calma y sopla un xaloc suave. Está entrando por popa y lleva el mismo rumbo que yo. Hará una media hora que he dejado de ver la costa del Delta del Ebro, es en estos momentos cuando más a gusto estoy, me siento yo mismo, soy yo mismo y no dependo de nadie ni a nadie tengo que rendir cuentas y si tuviera que hacerlo, lo haría a la mar.

Le diría que necesito deslizarme sobre ella, que navegaré suave sobre su espalda, que la quilla de mi barco a penas la rozará, que mi camino está en su camino, que en mis entrañas hay una parte de ella, que desde que nací su olor se introdujo en mis poros, que la necesito tanto como a la mujer que amo y le recordaría a la mar que ella fue testigo, hace años, de nuestro enamoramiento y lo permitió.

Me están llamando por la emisora, al parecer un velero se ha averiado a unas dos millas de donde yo me encuentro y me piden que vaya a echarles una mano.

Os seguiré contando mi viaje hacia las islas.

Un saludo

lunes, 19 de noviembre de 2007

SIRENA

Mientras navego cierro los ojos, abro el corazón y sueño con mujeres hermosas con cola de pez, y entonces me pregunto, y os pregunto ¿existirán las sirenas?.

Benedetti, como siempre tan acertado, escribió este bello poema.


SIRENA
Tengo la convicción de que no existes
y sin embargo te oigo cada noche
te invento a veces con mi vanidad
o mi desolación o mi modorra
del infinito mar viene su asombro
lo escucho como un salmo y pese a todo
tan convencido estoy de que no existes
que te aguardo en mi sueño para luego.

domingo, 18 de noviembre de 2007

JUEGOS DE NIÑOS

El cielo raso y completamente despejado hace que la temperatura descienda de manera considerable. Menos mal que en el interior del camarote se está medianamente bien. Para hacer el ambiente un poco más agradable oigo el último CD de Madeleine Peyroux “Half the perfect world”.

Son las once de la noche y oigo el repique lejano de las campanas. Salgo a cubierta y veo las luces de las casas encendidas, alumbrando la vida que hay en su interior. Hasta el puerto llega el olor del humo de las chimeneas y si cierro los ojos hasta puedo imaginar el crepitar de la madera en los hogares. Estas tres sensaciones, frío, luces encendidas y el olor de las chimeneas me llevan a momentos felices de mi infancia.

Yo vivía en la costa, pero muchos fines de semana íbamos al pueblo de mi madre, un pueblo de interior, pequeñito, medio derrumbado por la guerra civil y a medio reconstruir por la posguerra. Recuerdo que nada más bajarte del coche lo primero que apreciabas era el olor a chimenea que impregnaba las calles. Gran parte de mi infancia transcurrió en ese pequeño pueblo.

Mi tía tenía, y tiene, una casa con un patio en su interior. En él mi primo y yo jugábamos a lo que más nos gustaba, a “indios y vaqueros”. Los dos queríamos ser “vaqueros”, pero sobre todo los que más nos gustaban eran los del Séptimo de Caballería. Eran los más elegantes, con su chaqueta de color azul, su largo sable, ese gorro de ala ancha y sus hermosos caballos. Pero teníamos un problema, llevábamos pantalón corto, todavía no habíamos hecho la Comunión y por lo tanto no podíamos llevar pantalón largo (aún hoy sigo sin entender que tendrá que ver una cosa con la otra). Ese era un pequeño “trauma”, hasta que se nos ocurrió que nosotros seríamos jóvenes exploradores conocedores de la zona y que por lo tanto los soldados del Séptimo nos respetarían. Así estuvimos hasta que llegó la fecha de la Comunión. Esa misma tarde mi primo y yo pudimos alistarnos como soldados en el regimiento del Séptimo de Caballería que se encontraba alojado en nuestro patio. Ya éramos uno de ellos.

Cuando nos cansábamos de jugarnos la vida adentrándonos en parajes inhóspitos, cogíamos las bicicletas y, junto con otros niños, recorríamos las calles. Recuerdo que pintamos, a brocha, una bici con un color “plata” indescriptible. Era una bicicleta nueva, se la habían regalado a una de mis primas, pero sus colores eran como los de cualquier otra bicicleta. No podíamos permitir que una bici tan buena estuviera desaprovechada, teníamos que utilizarla pero para eso habría que darle un “toque”especial. Nada mejor que pintarla. Esa bici plateada fue la admiración de nuestros amigos. El problema fue que entre mis tíos y mis padres la admiración no fue tan grande ni comprendieron, por más que se lo explicamos, lo que había mejorado esa bici.

Respecto a mi primo, decir que es tipo peculiar. Se merece un capítulo a parte. Hoy en día se dedica a la música, tiene un grupo de rock catalán, se llama “GRA FORT”. Alguna vez he visto videos suyos en la página YouTube.

Un saludo navegantes

viernes, 16 de noviembre de 2007

POEMA 18

Otro poema de Neruda.


Aquí te amo. En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.

Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.

O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.

Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.

Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.

Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus
hojas de alambre.

jueves, 15 de noviembre de 2007

EL CUENTO DE LA CHICA DE COLOR AZUL




Entre el diario veo unas fotos de la chica de azul. Ha pasado el tiempo y me sigue pareciendo hermosa. Sobre ella escribí este pequeño cuento:

La primera vez que vio su imagen ya le impactó, pero por motivos ajenos a su voluntad no pudo detenerse a contemplarla. Le hubiera gustado pararse y mirarla con detenimiento. Se prometió a si mismo regresar al lugar donde se hallaba la chica de azul.

Al cabo de unos días tuvo oportunidad de volver a verla. En esta ocasión se tomó todo el tiempo del mundo, o al menos el necesario, para fijarse en cada detalle de su cara. Su forma de mirar, sus ojos, su pelo oscuro…un todo que ejercía sobre él un poder hipnótico. Estaba convencido de que, a pesar de toda la gente que andaba por la calle, ella sólo le miraba a él. De hecho comprobó que si se movía de un lado a otro de la calle, los ojos de esa hermosa mujer le seguían, de tal manera que era imposible abstraerse de esa penetrante mirada.

Se acostumbró a verla todos los días, incluso a veces, aunque le pillara a desmano, procuraba pasar por esa calle sólo por el placer de contemplarla. Cuando estaba a punto de llegar al sitio le asaltaba el miedo a que algún necio la hubiera destrozado o peor aún, que ya no estuviera.

Una noche fue a verla, estaba sentado en el portal de en frente contemplándola en silencio, cuando apareció un muchacho, se acercó a ella, la acarició y en una hendidura de la pared introdujo un papel. Estuvo unos minutos observándola con detenimiento, casi con devoción, se marchó llorando perdiéndose entre la oscuridad de las calles desiertas.

El seguía sentado en el portal, intentando asimilar la escena que había contemplado. Se levantó y con la impunidad que da la noche se acercó al lugar donde se hallaba el papel. Lo abrió, con pudor, pero lo abrió. El muchacho había escrito: “lo siento pero tengo que marcharme a pintar a otro lugar. Siempre estarás en mi corazón.”.

En mi diario escribí el final, mi final o al menos el que a mí me parecía más correcto. Aquí dejo que cada uno acabe el cuento como más le guste o desee.

lunes, 12 de noviembre de 2007

LISBOA








Mientras estoy esperando para zarpar de nuevo he visto uno de los diarios. Me ha traído muchos recuerdos, pero sobre todo me ha encantado volver a ver imágenes de la ciudad de Lisboa. En ese viejo libro guardo, entre otras cosas, fotos y comentarios sobre esta ciudad lusa.

En la época en que fuimos, Navidad, la ciudad estaba repleta de luces, con mil formas y colores. No es que me guste especialmente esta época, pero he de reconocer, quizás por el niño que queda dentro, que las luces de Navidad me traen un sin fin de recuerdos. Nadie me puede negar que esas luces nos devuelven a la niñez, y cuando se es niño todo lo que rodea esos días está envuelto en un halo de magia.

Aconsejo, si se me permite aconsejar, que esta bella y decadente ciudad debe ser visitada acompañado de la mujer que amas, como hice yo. Creo que es la única manera de llegar a entenderla y por supuesto, de disfrutar de sus calles, barrios y como no, de esa música nostálgica llamada fado. Cuando miras la ciudad desde el Elevador de Santa Justa es importante tener a alguien al lado con quien compartir esa maravillosa vista.

Me habían comentado que era una ciudad en la cual no existen términos medios, o te gusta o no te gusta. Seguramente no tiene el encanto de París, ni es tan cosmopolita como Londres o Nueva York, ni tan exótica como Estambul pero, si sabes ver lo que sus calles esconden, entonces pasará a engrosar la lista de lugares inolvidables.

Hay zonas que ya sólo por el nombre te enamoran, Rossio, Barrio Alto, Chiado, Alfama, etc. De las siete lomas que conforman esta ciudad, para mí, es la que más personalidad y encanto tiene. En esta colina se encuentra el Castelo de Sao Jorge. Recuerdo que aquella tarde estuvo lloviendo de manera intermitente, lo cual hacía que el ambiente fuera, si cabe, más nostálgico. Desde este lugar se divisa Lisboa, sus puentes y sobre todo, los viejos tejados del barrio de Alfama. Sin embargo tampoco conviene dejar de visitar los miradores de la zona de Graça.

Otro de los pequeños, o grandes, placeres que puede aportar esta ciudad es sentarse a ver pasar la vida en la terraza de El Café A Brasileira, junto a la estatua de Pessoa y por supuesto montar en los viejos tranvías con asientos de madera.

Si alguien tiene la oportunidad, y tiempo, no debe perderse un lugar especialmente hermoso, Sintra y su bello Palacio da Pena. Si le preguntáramos a un niño cómo se imagina un castillo de cuentos de hadas, sin duda elegiría el Palacio da Pena. Desde luego no es casualidad que el poeta romántico Lord Byron frecuentara este lugar.

Dejo para el final lo más mágico de esta bella ciudad, algo que no se ve pero que te penetra hasta las entrañas, el fado, esa maravillosa música del alma, de la “saudade”, música nostálgica, melancólica y pesimista. Letras de canciones que hablan de amores perdidos, de amores no correspondidos, de destinos malogrados o vidas desarraigadas. Dicen que la mejor fue Amália Rodrigues, y sin duda lo fue, pero escuchar también a Mariza o Dulce Pontes, os aseguro que no os defraudarán.

Cuando escuchéis fado, escucharlo con el alma abierta pero con los puños cerrados, aguantando, para que no se os parta el corazón.
Mientras estaba escribiendo sobre Lisboa me acordaba de cinco personas muy importantes en mi vida y a las que quiero, Jose y Leire, Javi y Estela y sobre todo a Begoña, una maravillosa compañera de viaje.









miércoles, 7 de noviembre de 2007

MIS COMETAS



Llevo varios días anclado en un pueblecito cercano al delta del Ebro. He aprovechado, como siempre que estoy unos días sin salir a la mar, para poner en orden mi pequeño barco, reparar algún desperfecto y por supuesto, comprar provisiones. Os aseguro que no es nada agradable quedarte sin existencias lejos de la costa, así que lo mejor es tener siempre de más.

En el puerto me he visto obligado a cambiar el perno de la botavara y reparar la vela del foque. El perno lo he puesto nuevo pero el foque lo he reparado yo, y la verdad, espero que el mistral no sople demasiado fuerte, sino al final me veré obligado a cambiar la vela. Por si alguno no lo sabe el mistral es el viento que viene del Norte, sopla fuerte y es frío. En la zona de Aragón le llaman cierzo. En esta época, apunto de llegar el invierno y cuando los días son más cortos, es cuando empieza a soplar de manera importante.

Al caer la tarde me he resguardado en el interior del camarote y en el fondo de un pequeño armario me he encontrado una sorpresa: mis cometas. Hacía tiempo que andaba buscándolas y, como casi siempre ocurre en la vida, las cosas buenas aparecen por sorpresa. Igual sucede con el amor, llega y se va sin avisar.

Tengo dos cometas, una completamente diferente a la otra y no sólo por el tamaño, sino también por su forma de volar.

La pequeña es rápida, con carácter, audaz hasta el límite y no le gusta nada sentirse atada a dos hilos, y mucho menos que le marquen el camino a volar. A esta pequeña le tengo un especial cariño. La primera vez que la volé fue en la playa de Laida (Euskadi) y mi maestro fue un buen amigo, Julián. En octubre se han cumplido cuatro años de su muerte. El era como mi cometa pequeña, un espíritu libre y seguro que esté donde esté, seguirá haciendo lo que el crea conveniente, sin importarle las ataduras. Como dice otro buen amigo, es de la gente que conoces en el camino y se queda contigo.

Mi otra cometa, la grande, es pausada, tranquila, le cuesta moverse pero una vez que lo hace es capaz de realizar mil piruetas, acrobacias imposibles y consigue que los niños se queden ensimismados mirando esos giros elegantes. A ella no le importa sentirse atada, lo que le importa es que la mimen y la quieran, y ella sabe que yo la mimo y la quiero. Le encanta jugar con mis hijas, le gusta que la persigan, que intenten cogerla, o al menos rozarla con sus pequeños dedos, a sabiendas que nunca lo conseguirán. En ocasiones he dejado que la vuelen y ella, complaciente, hace verdaderos esfuerzos para no caerse. Mis princesas se creen, ingenuas, que ellas manejan los hilos de la cometa, no se fijan que desde el aire, ella me hace una señal, alegre por que esas dos niñas jueguan con ella.

Voy a ver si encuentro una pequeña playa donde volarla.

Donde quiera que estés, un saludo Julián.








lunes, 5 de noviembre de 2007

¿INTIMO ó PERSONAL?

El otro día recibí la llamada de un amigo. Estuvimos hablando largo rato pero, de toda la conversación, lo que más me sorprendió fue lo que me dijo en lo referente al post “La luna y el primer amor”.

Decía que lo que había escrito era demasiado íntimo como para plasmarlo en un blog. Yo creo que el calificativo “íntimo” no es correcto, bajo mi opinión encaja mucho mejor el término “personal”.

Cuando escribí ese artículo no tuve la sensación de contar algo “íntimo”. Lo que en él contaba es algo que nos ha pasado a todos, si no es así, pobre del que no haya sentido vibrar su corazón la primera vez que una chica te coge de la mano o das el primer beso. Seguramente, si preguntáramos a cien personas que describiera lo que sintió en esos momentos, cada uno lo explicaría de una manera distinta, pero en el fondo, estoy convencido de que todos hemos sentido lo mismo. En ningún momento tuve la sensación de contar algo que no pudiera contar.

Ya he dicho antes que es más correcto, a mi parecer, utilizar el término “personal”. Pero no sólo cuando hablo de sentimientos sino de cualquier otro tema, al fin y al cabo todas las opiniones escritas en mi blog son personales. Lo mismo ocurre con los comentarios de los que lo leen.

Tengo claro que jamás contaría algo íntimo, algo que sólo me perteneciera a mí y, en todo caso, a la persona con la cual compartí ese momento o momentos.

miércoles, 31 de octubre de 2007

ASESINATOS MACHISTAS

El otro día oí una noticia en la radio, me dejó impresionado, total que apunté el dato en un bloc a la espera de poder hacer un comentario con tranquilidad. Creo que ha llegado el momento.

La noticia que oí era la siguiente:

La delegada especial del Gobierno contra la Violencia sobre la Mujer, Encarnación Orozco, puso ayer encima de la mesa datos fríos y a la vez tan escalofriantes como que la media mensual en España es de 5,3 muertes de mujeres por violencia sexista. Apuntó que según los datos recogidos por el Instituto de la Mujer, que van desde el año 2000 hasta junio de 2007, 476 han sido las mujeres que han fallecido a manos de su pareja. El punto álgido lo marcó 2004 con 72 mujeres, seguido de 2003 con 71.”

No entiendo qué es lo que puede empujar a una persona, supuestamente enamorada de su víctima, a matarla. No soy psicólogo, ni psiquiatra, ni nada por el estilo, simplemente soy un hombre. Un hombre que en determinadas ocasiones, desgraciadamente cada vez más a menudo, se avergüenza de los individuos que son de su misma especie. El dato es escalofriante, en siete años (hasta junio de 2007) han muerto 476 personas, y lo más lamentable es que esta masacre no tiene visos de terminar. Además está el peligro de acostumbrarte a este goteo de víctimas, peligro a ser inmune, a no responder ante estos hechos.

Yo me pregunto ¿qué pasaría si cada mes murieran cinco personas a causa del terrorismo?, seguramente saldrían a la calle partidos políticos, organizaciones pacifistas, los políticos pondrían el grito en el cielo y unos a otros se culparían de lo que ocurre, etc. En cambio un hombre mata a su pareja, compañera, novia o ex pareja y no ocurre nada. Un obrero se mata en la construcción y los sindicatos se manifiestan pidiendo más medidas de seguridad en las obras (lo cual me parece necesario) pero sigo preguntándome por qué nadie se manifiesta cuando muere una víctima de la violencia machista. Me gustaría que alguien me respondiera.

¿El motivo por el cual matan? Creo que es por que ven a la mujer como una posesión, como un coto privado en el cual pueden hacer o deshacer a su antojo. Desde el momento en que se enamoran creen que esa otra persona pasa a ser nuestra. No entienden que esa persona nació libre y sigue siendo libre para decidir lo que quiere hacer con su vida, y sobre todo, con quien quiere compartirla. Evidentemente, ver con otro hombre a la mujer que amas, tiene que hacer daño. Eso lo entiendo, pero si realmente la amas, debes de respetar su decisión y apartarte de su camino. Aunque te joda el alma.

El caso de Suecia es curioso, es un país donde el machismo apenas existe, sin embargo los asesinatos de mujeres es tanto o más alto que aquí, con lo cual me reafirmo en el tema de la posesión como uno de los factores fundamentales que mueven a determinados hombres a matar.

¿Soluciones? Las desconozco, lo que está claro es que la vía judicial y penal es una de las soluciones pero, sin duda, no es la solución, ni siquiera hay una única solución. Se habla de educar y entonces me remito de nuevo al caso de Suecia. Seguramente la educación que reciben sus jóvenes es bastante más tolerante que la de aquí, sin embargo también matan.

La verdad es que es un tema complicadísimo, difícil de atajar, pero lo más triste es que mientras los especialistas deciden que hacer, para evitar ese goteo de víctimas, ellas siguen muriendo.

Si alguna vez alguien lee esto le pido sólo una cosa: cuando oigas, leas o veas en televisión que una mujer ha muerto a manos de su pareja, no oigas la noticia con indiferencia, como si ya nos hubiéramos habituado a esas muertes. Creo que en esos momentos hay que pararse y reflexionar.

No seamos indiferentes.

lunes, 29 de octubre de 2007

CANSADO

Ha llegado la hora mágica, la hora de coger el cuaderno de bitácora y escribir, pero hoy estoy cansado, terriblemente cansado. Ni siquiera la luna me hace compañía, el cielo está encapotado, no se ve ni una estrella, la única luz que se divisa, a unas cuantas millas, es la del faro del Fangar.

Está empezando a llover así que no me queda más remedio que cobijarme en el interior de mi pequeño barco. Enciendo una lámpara y abro el cuaderno, dispuesto a escribir, aunque no sé exactamente el qué. Es increíble como impone un folio en blanco. Hoy es la típica noche en que dejaría de buscar mi camino, abandonaría mi nave, mi pequeña isla y esperaría, viendo como el tiempo o la vida misma se escapa como agua entre mis dedos, a que Itaca me encontrara a mí.

En estos momentos soy como aquellos vagamundos sentados en los andenes de una estación cualquiera, esperando que llegue un tren en el cual puedan subirse para ir a ninguna parte o a cualquier parte. Hombres que nada tienen que celebrar, hombres abandonados por ellos mismos y por los demás, hombres sin promesas por que no hay nadie a quien prometer nada. Quizás ellos también, en un momento de su vida, intentaron llegar a Itaca.

Oigo como el agua golpea, con fuerza, en las ventanas del camarote. Me quedo ensimismado viendo como las gotas de agua resbalan por los pequeños cristales.

Espero que mañana sea un mejor día.

jueves, 25 de octubre de 2007

POEMA 15

Ha llegado el momento mágico de coger un libro, en este caso de Pablo Neruda. Como siempre, lo abro al azar y sale "Poema 15". Dice así:

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

MIS DIVAS DEL JAZZ










Hay determinados momentos en los que mientras navego me gusta escuchar música. Me permite abstraerme de la soledad que me rodea. He optado por mis tres divas del jazz. Algunos, cuando lean la lista, pueden decirme que faltan nombres, como por ejemplo Ella Fitzgerald o Sarah Vaughan. Es posible que tengan razón, pero la música es un sentimiento y al oírla te tiene que llegar al alma, te tiene que embrujar. Esa música es la que al cerrar los ojos te transporta a un mundo lleno de magia, de sensaciones, en definitiva, te llega o no te llega al alma.

El orden en que las escribo no tiene por que ser el orden de preferencia así que creo que la mejor opción es nombrarlas por riguroso orden alfabético.

En primer lugar Billie Holiday, apodada Lady Day por su elegancia.
En segundo lugar Carmen McRae.
Y por último, pero no por ello menos importante, Nina Simone.

Escucharlas es un lujo, aunque si tengo que ser sincero, creo que la voz de Billie Holiday es incomparable. Fue una de las grandes, sino la mejor, vocalista de jazz. Cuando cantaba lo hacía con tanta pasión… Una vez ella dijo “Mi canto se basa exclusivamente en los sentimientos. No puedo cantar nada que no sienta”, “Si descubres una melodía y tiene algo que ver contigo, no hay nada que desarrollar. La sientes sencillamente”.

Era una mujer con una voz excepcional, de hecho dicen que al final de su carrera, cuando su voz era un hilo frágil y apenas perceptible, fue cuando cantó mejor que nunca.

Mi canción favorita se titula “SOLITUDE”

Otra voz excepcional es la de Carmen McRae. Con 17 años (otros dicen que con 19) se presentó a un concurso para aficionados en el mítico teatro Apollo de Harlem. En ese concurso ella misma se acompañó al piano, ganó el primer premio.

Billie Holiday y Carmen fueron íntimas amigas, esta última llegó a decir “Si Lady Day no hubiera existido probablemente yo tampoco”. No sólo sus gustos musicales eran los mismos, también compartían gustos en el consumo de sustancias estupefacientes.

De esta cantante la melodía que más me gusta es la que se titula “ DO YOU KNOW WHY?.

Por último Nina Simone (en realidad se llamaba Eunice Waymon, pero se cambió el nombre en honor a la actriz francesa Simone Signoret), una voz terriblemente peculiar, de las que te envuelven y te atrapan sin que puedas remediarlo. A mí, después de escucharla repetidas veces, aún me apabulla. Su voz está asociada a clásicos inmortales.

Admiro a esta mujer por que, a parte de ser una de las mejores cantantes de jazz, fue una mujer comprometida con su raza. De hecho en 1974 abandona su país, Estados Unidos, debido a la creciente ola de racismo. Ella se consideraba afroamericana.

Cuando murió, en una localidad del sur de Francia, sus cenizas fueron distribuidas por varios países africanos.

De esta gran mujer mis canciones favoritas son “HE AIN´T COMIN´ HOME NO MORE”,

“DON´T YOU PAY THEM NO MIND” y por último “LILAC WINE”.



Ya veo el faro del Fangar, así que ya estoy cerca del delta del Ebro.

LA LUNA Y EL PRIMER AMOR

Me he despertado a media noche, estoy completamente desvelado. Opto por salir del pequeño camarote y subir a cubierta. Parece que todo sigue igual que hace unas horas, el poniente sigue agitando suavemente las velas del barco y las luces de la costa siguen en el mismo lugar. Lo único que ha cambiado es la posición de la luna y las estrellas.

En verano, en mi pueblo, recuerdo noches en que la luna surgía del mar completamente roja. Era, y es, una imagen de las que se te quedan en el interior del alma, imposible de olvidar. Se elevaba lentamente hacia el infinito al tiempo que pasaba de un color rojo intenso a uno blanco, pero no por ello menos intenso. Tenía un magnetismo que te envolvía de tal manera que todo a tu alrededor dejaba de existir.

Recuerdo una noche en que la visión de la luna elevándose por encima del mundo la compartí con mi primer amor, aquel que dicen que nunca se olvida, aquel que te hace sentir mariposas revoloteando en el estomago, aquel en el que tu vida ya no es tu vida sino su vida. Nuestra alma se evapora y deja de existir por que ella no está.

La primera vez que una chica te acaricia la mano y tú no sabes que hacer, más que temblar de emoción y de miedo por no saber que hacer. Te das cuenta que un simple roce de sus dedos con tus dedos te quiebra el corazón. Surgen miles de emociones hasta entonces desconocidas, pero increíblemente maravillosas. Esa primera mirada, directamente a los ojos, intentando averiguar qué puede haber en su interior, qué maravilla esconden, qué tesoro guardarán para nosotros. ¿Y el primer beso?, quien no recuerda su primer beso. No sabía exactamente qué hacer. Es verdad que en las películas lo había visto muchas veces pero ahora era yo el actor principal e intentaba, inútilmente, ganarme el Oscar al mejor actor. Lo único que me reconfortaba es que ella estaba tan nerviosa como yo. Con el paso del tiempo estoy convencido que no ganamos el Oscar al mejor actor y actriz principal, pero si creo que nos merecimos el Oscar a los mejores actores secundarios.

Realmente todas las primeras veces suelen tener algo de mágico, tanto que pasan a formar parte de mi viaje, nuestro viaje, hacia Itaca.

Por experiencia sé que en estos momentos de soledad mi mejor compañía es la poesía de Benedetti. Cojo el libro, abro una hoja al azar y aparece el poema “Corazón coraza”, dice así:



Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero si no te miro
amor si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre y tienes frío
tengo que amarte amor tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


Veo que está empezando a amanecer. Estoy cansado y se me va a hacer dura la travesía. Da igual, ha sido una noche mágica y eso ya compensa todo.

miércoles, 24 de octubre de 2007

DE NOCHE

De noche, en la mar, parece que las estrellas tengan vida propia. Brillan de una manera especial. Junto con las luces de la costa y una pequeña lamparita, son la única compañía que tengo.

Cuando miro las luces que se ven a lo lejos me imagino la vida en el interior de esas casas. De pequeño, desde mi habitación veía pasar el tren, de noche las luces de los vagones estaban encendidas y ya, en esos momentos, me gustaba imaginarme que pasaba en el interior de esos trenes. Seguro que había gente feliz, pensando que al final del trayecto alguien a quien amaba profundamente le estaría esperando. Otros habían cogido ese tren huyendo de algo, quizás de su propia vida, quizás buscando romper ataduras y empezar de nuevo, intentando encontrar, que no llegar, a Itaca.

He puesto el Cd de Ry Cooder Buena Vista Social Club, una música muy apropiada para el momento y he cogido uno de mis libros favoritos. Se trata de un libro sobre la pintura de Edward Hopper, un pintor americano de los años 20.

Recuerdo la temporada que fui a una academia de pintura. Tenías el lienzo, blanco e inmaculado, y poco a poco iba cobrando vida. De la nada empezaban a surgir texturas y colores, figuras y sombras, sentimientos encontrados, dudas sobre la mezcla a utilizar. Todo ello era, y es, un proceso lleno de magia.

Hopper refleja en sus cuadros, de una manera excepcional, la luz, concretamente el color de la luz. En determinados cuadros ese color es un personaje más del lienzo. A mí me recuerda a la luz del Mediterráneo, una luz clara, sublime en determinados momentos, una luz que me transporta a mi niñez. Pero me gustan especialmente los cuadros donde hay personas, con aspecto de perdedores en su gran mayoría, e imaginarme que es lo que le había llevado a plasmarlas en esa tela. Pero por encima de todo, de la técnica utilizada, de los colores, de la precisión del trazo lo que más me gusta de sus cuadros es que, al igual que las luces de la costa o la de los vagones, me permite imaginarme esas vidas.

Me llega al alma esa mujer solitaria, sentada en la cama de una habitación cualquiera de un hotel cualquiera, mirando a la nada y esperando, quizás nada también. La acomodadora del cine, apoyada en la pared, sin hacer caso a una película que ha visto ya miles de veces y que como su vida, no le aporta nada. Esos tres personajes en la barra del bar, de noche, que han coincidido en ese lugar de casualidad, que no se conocen de nada y que sólo tienen en común que nadie les espera en su casa, que nadie les va a preguntar ¿qué tal el día?, ¿todavía me quieres?...Que decir también de esa habitación de Nueva York, donde una pareja o mejor dicho, dos individuos están pero como si no estuvieran, como si fueran invisibles el uno para el otro. Otro cuadro que inspira la soledad en que podemos llegar a vernos inmersos, es el de esa mujer sentada sola, como quien ha dejado pasar todas las oportunidades que nos brinda la vida y ya no le queda nada…ya no espera nada ni a nadie que la rescate de ese vacío.

Evidentemente eso es lo que me imagino yo, que no tiene por que ser lo correcto ni siquiera lo incorrecto. La verdad sólo la sabe el pintor y la magia que le llevó a pintar esos personajes.

El viento a girado a poniente y ha empezado a refrescar. Es hora de acostarse, mañana me espera una larga jornada y quiero llegar hasta la zona del Delta del Ebro.

miércoles, 17 de octubre de 2007

MIRADAS








Hoy mientras navegaba he oído en la radio que en las playas de Tenerife han llegado 160 emigrantes en varios cayucos. Después he ido al camarote y he revisado fotos que había guardado de periódicos antiguos.

Lo que más me llama la atención son las miradas de esas personas, lo que transmiten y lo que dejan entrever. También imagino lo que habrán cambiado esas miradas a medida que ha ido pasando el tiempo. Esas miradas, ahora de desesperación en la mayoría de los casos, también tuvieron infancia y desde luego, seguro que no imaginaron que su vida dependería de la estabilidad de un pequeño barco de madera.

Ellos también jugaron detrás de un balón, o algo redondo parecido a una pelota, hicieron cabañas y fantasearon con miles de aventuras en países lejanos, imaginaron ser héroes salvando a bellas princesas de ébano, incluso pudieron imaginar que se embarcaban en una bella goleta que les transportaría a otras costas. Lo que jamás imaginaron es que esas aventuras, y esa goleta, discurrirían a bordo de un pequeño barco hacinado, sin sitio para comer, teniendo que hacerse encima sus necesidades básicas. No se imaginó que tendría que aguantar que le cayera el vómito de la persona que está a su lado, y mucho menos que tendría que aguantar el frío de la noche tapándose con el cuerpo de su amigo fallecido.

Después de todas estas vicisitudes llegan, algunos, a nuestras costas y tienen que huir, buscarse la vida, aguantar que los que estamos aquí les miremos con indiferencia, eso en el mejor de los casos, en el peor, la mirada es de desprecio del que piensa que su vida vale más que la de los demás, sobre todo si los otros son negros, sudamericanos o de cualquier otra raza que no sea la blanca.

Cuantas veces se oye por la calle “para ladrones ya están los de aquí”, “no se adaptan”, “nos molesta ver a las mujeres con velo” (éste es un tema que quiero tratar con tranquilidad) etc,etc… y yo me pregunto ¿por qué en lugar de aprovecharnos de sus recursos y dejarlos en la miseria más absoluta, no les damos la oportunidad y los medios necesarios para que ellos, los verdaderos propietarios de su riqueza, saquen su propio beneficio? de esta manera se evitaría que tuvieran que abandonar su tercer mundo y venir al primero (me gustaría saber quien marca el orden de los mundos y en base a qué, dudo que nosotros seamos el primer mundo, excepto en destruir a la madre tierra, en eso si somos, sin ninguna duda, los los primeros). Hablamos de falta de adaptación y yo me pregunto de nuevo ¿los misioneros, los conquistadores, los colonizadores se adaptaron a su cultura? NO, ellos, los conquistados, los colonizados, incluso estando en su tierra tuvieron que adaptarse a los extranjeros. Nos quejamos cuando ellos abren una Mezquita, ¿acaso nosotros, en Sudamérica, por ejemplo, tuvimos algún tipo de reparo en destruir a todos sus ídolos para construir iglesias y así más fácil poder adoctrinarlos?.

SOMOS una cuadrilla de hipócritas.

Gracias a Dios (si es que existe, cosa que no tengo nada claro, pero eso es otro tema) que entre nosotros también hay personas buenas que les da igual el color de la piel, que siempre están donde se les necesita, que siempre tienen una mirada de esperanza, de tranquilidad y consuelo para los que llegan.

Este post va para ellos y para los que llegan, por mi parte sólo me queda decir “sed bienvenidos”.

A lo lejos veo la silueta de un gran mercante, una estampa imponente. Me imagino un frágil cayuco a su lado, sin duda, una estampa imponente.

Se me ha olvidado poner el piloto automático y creo, por el faro que hay en la costa, que me he salido del rumbo marcado. No importa, cualquier rumbo es bueno, si lo eliges libremente y yo ya he elegido el mío.



UN AMIGO EN LA MAR

Por fin el viento ha cambiado y ha girado a un levante suave. He preparado todo el velamen, ya estoy navegando de nuevo. La verdad es que echaba en falta la brisa del mar, el ruido de las velas al rozar con el viento, el agua rompiendo sobre el casco de mi barco, en definitiva, la tranquilidad que me aporta sentirme en medio de la nada dirigiendo mi rumbo, de nuevo, hacia Itaca.

Llevaba poco tiempo navegando cuando me ha sobresaltado el sonido del teléfono. Al otro lado de la linea se encontraba una persona muy cercana y la que aprecio mucho. Me ha dicho que se ha embarcado. Perdió su empleo en tierra y como no encontraba nada, al final ha optado por enrolarse en un barco pesquero.

Hemos estado hablando largo rato y al final de la conversación le he deseado toda la suerte del mundo y por supuesto le he dicho que tenga cuidado con la mar, que la trate con respeto, que no le dé excesivas confianzas, que la quiera pero no demasiado por que la mar engancha. Y que no es lo mismo el Mediterráneo que el Cantábrico.

Es la primera vez que va a navegar, no se como reaccionará ante el primer temporal, cuando el barco cabecee y la proa se introduzca en el agua, como si la mar se la fuera a engullir. Es valiente ,testarudo y un poco orgulloso, lo justo, así que estoy seguro que resistirá, y aguantará, el combate.

Sea lo que sea le deseo toda la suerte del mundo. Un abrazo y cuídate.

AMANTES


Esta foto es en honor de mis abuelos, los que se amaron.

miércoles, 10 de octubre de 2007

LO QUE NECESITO DE TI

Este bello poema lo escribió Benedetti, pero yo prefiero pensar que lo escribió Manuel, un hombre que se quedó sin patria, a Mariana, una mujer que se quedó sin amor.

Se titula “Lo que necesito de ti”.

No sabes como necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;
necesito la luz de tus labios
!!! Ya no puedo... seguir así !!!
...Ya... No puedo
mi mente no quiere pensar
no puede pensar nada más que en ti.
Necesito la flor de tus manos
aquella paciencia de todos tus actos
con aquella justicia que me inspiras
para lo que siempre fue mi espina
mi fuente de vida se ha secado
con la fuerza del olvido...
me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado
pero aun !!!Te sigo extrañando!!!

MIS ABUELOS TAMBIÉN FUERON MÁRTIRES

Entré en el camarote y abrí el paquete sin saber exactamente lo que me encontraría dentro, lo único que sabía es que una parte de mi vida se hallaba entre esos cartones.

En su interior encontré varias cartas, fotos antiguas de mis abuelos y otras fotos de parte de mi familia que ni siquiera conozco, ni me conocen, pero que independientemente de eso forman parte de mi camino hacia Itaca.

La historia se remonta a cinco años antes de estallar la Guerra Civil. Mis abuelos se casaron jóvenes, ella 18 años y el 21. Cuando estalló la guerra mi abuelo, que pertenecía a UGT, se alineó, como no podía ser de otra manera, con la República. Mi abuela se trasladó con sus dos hijas a su pueblo, mientras mi abuelo se quedó luchando en la zona de Lleida y Barcelona.

Durante la guerra, mi abuela, enferma de amor se trasladó a la Ciudad Condal a fin de ver a su marido. Casualidades de la vida, el dejó el frente unos días para trasladarse al pueblo, quería ver a su mujer y a sus dos hijas. Esa fue la primera vez en que el destino jugó en su contra, en esa partida tuvieron una mala mano. Ambos regresaron a sus lugares de origen sin haberse visto.

Al final mi abuelo tuvo que huir a Francia.

Tras un año sin saber si su marido seguía vivo o por el contrario había muerto, mi abuela recibió una carta. Ella no sabía leer por lo que le dijo al cura del pueblo que le dijera lo que en ella ponía.
Este le dijo que mi abuelo no quería saber nada de sus hijas y de ella, que se había vuelto a enamorar y a rehacer su vida. Que se podía esperar de un rojo. En realidad lo que ponía es que la amaba con locura, que deseaba pasar con ella el resto de su vida, que la añoraba y le decía un sitio de la frontera y unas fechas donde las esperaría. Deseaba empezar de nuevo y con el destino a favor.

Evidentemente ella no fue. Mi tía me ha dicho que por las noches la oía llorar desconsoladamente.

Ellos también fueron mártires, también pasaron su calvario, pero no necesitan que nadie los canonice.

martes, 9 de octubre de 2007

FOTOS DE NUEVA YORK
























OTOÑO EN LA GRAN MANZANA

La tramontana sigue soplando, lo que me obliga a seguir amarrado a puerto si bien, las predicciones dicen que en unos días cambiará el viento y se levantará un levante suave. Mientras ello ocurre continúo revisando fotos y diarios de antiguos viajes. Ahora toca Nueva York.

Esa ciudad, gracias a las películas y a las bandas de jazz, me había cautivado desde bien pequeño. Mi admiración por ella era, y es, comparable a la admiración que siento por la poesía de Mario Benedetti. Con eso lo digo todo.

Recuerdo que llegué a la ciudad en otoño. Estuve hasta altas horas de la noche dando vueltas, en todas las guías aconsejaban aguantar hasta bien tarde a fin de poder superar el “jet lag”. Acepté gratamente el consejo.

Esa noche estuve en la zona de Theatre District, concretamente en el centro, en Time Square. Me veía a mi mismo dentro de una película, con esos inmensos letreros luminosos y gente de lo más variopinta, mezclándose unos con otros, conviviendo razas, clases sociales. Estaba realmente apabullado ante tal maremagnum de sensaciones, todas ellas fluyendo brutalmente dentro de mí.

Llegué a la habitación del hotel y me acosté dejando las cortinas abiertas, quería sentir como me despertaba la luz del amanecer de Nueva York. En el MP3 puse a John Coltrane. En esos momentos eché a faltar una mujer hermosa a mi lado.

A través de la ventana vi a la luna, ya se había cubierto la necesidad. Estaba igual de bonita que las noches de verano en las que fondeaba en pequeñas calas, y ella y yo manteníamos una conversación secreta e íntima.

Me levanté y me dirigí a Central Park, concretamente a la zona oeste. Era temprano, no quería perder ni un solo instante, mi único objetivo era empaparme de esta ecléctica ciudad. Llegué a las puertas del edificio Dakota, donde mataron a John Lennon. Recordé mi canción favorita “Imagine”. La estrofa que más me gusta es la que dice:

“Imagina que no hay países.
No es difícil de hacer.
Nada por que matar o morir
y tampoco religiones.
Imagina a toda la gente
viviendo en paz.
Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único.
Espero que algún día te nos unas
y el mundo será sólo uno.”

Desde el edifico Dakota me dirigí a la Bethesda Fountain, desde su magnífica terraza se observa el lago y las frondosas orillas del Ramble. Me senté en un banco a ver pasar la vida.

Ese día, después de una desesperante cola, cogí un ferry que me llevó a la Estatua de la Libertad. En ese momento fue la primera vez que me imagine Nueva York en blanco y negro. Cerré los ojos e intenté adivinar como vieron la ciudad los inmigrantes irlandeses, italianos y de tantos países para los que esta gran ciudad fue su nueva patria.

Durante esos días vi monumentos, puentes, calles, grandes rascacielos, pero es curioso, los había visto tantas veces en las películas, en fotos, televisión etc, que parecía como si mi espíritu se hubiera reencarnado y me dieran la oportunidad de vivir otra vida. Que magia.

Crucé el puente de Brooklyn desde la plaza del City Hall, desde este impresionante lugar las vistas de Manhatan son increíbles. Aproveché para darme una vuelta por la zona de Brooklyn Heights y Downtown. A la tarde me di un paseo hasta la playa de Coney Island, tenía ganas de ver Astroland, el antiguo parque de atracciones.

Otro lugar que recordaré siempre es la calle 42 este, tiene tantas y tantas cosas para ver. Recuerdo el vestíbulo de La Grand Central Terminal. El famoso rascacielos Chrysler Building. Todo ello impresionante.

Pero el plato fuerte vino de noche, ahí volvió el Nueva York en blanco y negro. Deseaba visitar los famosos clubs de jazz donde habían tocado mis ídolos, Billie Holiday, Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Charlie Parker, Miles Davis, John Coltrane y tantos y tantos otros. No me lo podía creer, yo estaba allí. La sala que más me impactó fue la Village Vanguard situada en la 178 Seventh Ave (en la séptima y la calle 11), este garito fue, y es, uno de los clásicos del West Village. En los días siguientes visité el Teatro Apollo de Harlem, el Carnegie Hall, situado en 57 th Street y 7 th Avenue. No me defraudaron, todos ellos resultaron ser unos locales memorables con unas mujeres de color bellísimas, tanto como la música que allí se interpretaba.

Cerré los ojos, dejé que mi alma saliera de mi cuerpo y vagara en cada una de las notas que aquellos instrumentos emitían. Me imaginé a una hermosa mujer a mi lado, acariciándome la mano al tiempo que mi corazón latía apresuradamente…

Me gritan desde la proa del barco, es el marinero del puerto que trae un paquete. No ha estado nada mal recordar ese magnífico viaje, espero tener otro momento para dedicarlo a otras ciudades.

lunes, 8 de octubre de 2007

40 AÑOS DE LA MUERTE DEL “CHE”

40 AÑOS DE LA MUERTE DEL “CHE”


Hoy he escuchado en la radio que mañana se cumplen cuarenta años de la muerte del Che. Mientras sigo fondeado en el puerto escribo esto en el cuaderno de bitácora:

Ernesto Guevara “el Che”, murió el nueve de octubre de 1967 en el caserío de La Higuera, población situada a unos 780 kilómetros de la capital boliviana de La Paz. Una vez asesinado su cuerpo fue trasladado en los patines de un helicóptero a la localidad de Vallegrande, donde su cuerpo maltrecho fue exhibido para escarnio y vergüenza de la humanidad.

Los que vieron el cuerpo dicen que tenía tres disparos, uno mortal en el pecho, pero como los verdugos no tuvieron suficiente con arrebatarle la vida también le cortaron las manos, al igual que la dictadura de Pinochet hizo con Víctor Jara.

A veces me avergüenzo de mis semejantes, o es que quizás son semejantes sólo externamente, y en el fondo son demonios disfrazados de humanos.

Ellos lo quisieron matar y lo mataron, pero sólo físicamente, por que el Che vive, vivió y vivirá en el alma de los aún creen, creemos, que la humanidad se puede mejorar, que aún se puede hacer algo para que los que nos precedan encuentren una sociedad más justa, una tierra que no llore cuando perforen sus entrañas y tantas y tantas cosas por las que hay que seguir luchando… y lucharemos.

Dicen que hoy en día el Che, gracias a la foto que le tomó Alberto Korda en 1960 con boina negra y mirada perdida en el horizonte, se ha convertido en un icono, en una cara pegada a una camiseta, un dibujo en una chapa o pegatina, en un símbolo del que se aprovechan los comerciantes para vender objetos. A mi me da igual lo que digan, incluso puede que tengan razón, pero si eso ocurre es culpa nuestra.

Lo que tenemos que hacer es explicarles a los jóvenes que detrás de esa cara hay una ideología, una forma de vida pero sobre todo, un ser humano que adoraba a los débiles y luchaba, y murió, por ellos. Un hombre que amaba y era amado, un hombre enamorado de su mujer Aleida March, de hecho en la última carta que recibió su esposa, el Che le escribió “te podría decir que te extraño hasta el punto de perder el sueño…”.

HASTA LA VICTORIA SIEMPRE