miércoles, 17 de octubre de 2007

MIRADAS








Hoy mientras navegaba he oído en la radio que en las playas de Tenerife han llegado 160 emigrantes en varios cayucos. Después he ido al camarote y he revisado fotos que había guardado de periódicos antiguos.

Lo que más me llama la atención son las miradas de esas personas, lo que transmiten y lo que dejan entrever. También imagino lo que habrán cambiado esas miradas a medida que ha ido pasando el tiempo. Esas miradas, ahora de desesperación en la mayoría de los casos, también tuvieron infancia y desde luego, seguro que no imaginaron que su vida dependería de la estabilidad de un pequeño barco de madera.

Ellos también jugaron detrás de un balón, o algo redondo parecido a una pelota, hicieron cabañas y fantasearon con miles de aventuras en países lejanos, imaginaron ser héroes salvando a bellas princesas de ébano, incluso pudieron imaginar que se embarcaban en una bella goleta que les transportaría a otras costas. Lo que jamás imaginaron es que esas aventuras, y esa goleta, discurrirían a bordo de un pequeño barco hacinado, sin sitio para comer, teniendo que hacerse encima sus necesidades básicas. No se imaginó que tendría que aguantar que le cayera el vómito de la persona que está a su lado, y mucho menos que tendría que aguantar el frío de la noche tapándose con el cuerpo de su amigo fallecido.

Después de todas estas vicisitudes llegan, algunos, a nuestras costas y tienen que huir, buscarse la vida, aguantar que los que estamos aquí les miremos con indiferencia, eso en el mejor de los casos, en el peor, la mirada es de desprecio del que piensa que su vida vale más que la de los demás, sobre todo si los otros son negros, sudamericanos o de cualquier otra raza que no sea la blanca.

Cuantas veces se oye por la calle “para ladrones ya están los de aquí”, “no se adaptan”, “nos molesta ver a las mujeres con velo” (éste es un tema que quiero tratar con tranquilidad) etc,etc… y yo me pregunto ¿por qué en lugar de aprovecharnos de sus recursos y dejarlos en la miseria más absoluta, no les damos la oportunidad y los medios necesarios para que ellos, los verdaderos propietarios de su riqueza, saquen su propio beneficio? de esta manera se evitaría que tuvieran que abandonar su tercer mundo y venir al primero (me gustaría saber quien marca el orden de los mundos y en base a qué, dudo que nosotros seamos el primer mundo, excepto en destruir a la madre tierra, en eso si somos, sin ninguna duda, los los primeros). Hablamos de falta de adaptación y yo me pregunto de nuevo ¿los misioneros, los conquistadores, los colonizadores se adaptaron a su cultura? NO, ellos, los conquistados, los colonizados, incluso estando en su tierra tuvieron que adaptarse a los extranjeros. Nos quejamos cuando ellos abren una Mezquita, ¿acaso nosotros, en Sudamérica, por ejemplo, tuvimos algún tipo de reparo en destruir a todos sus ídolos para construir iglesias y así más fácil poder adoctrinarlos?.

SOMOS una cuadrilla de hipócritas.

Gracias a Dios (si es que existe, cosa que no tengo nada claro, pero eso es otro tema) que entre nosotros también hay personas buenas que les da igual el color de la piel, que siempre están donde se les necesita, que siempre tienen una mirada de esperanza, de tranquilidad y consuelo para los que llegan.

Este post va para ellos y para los que llegan, por mi parte sólo me queda decir “sed bienvenidos”.

A lo lejos veo la silueta de un gran mercante, una estampa imponente. Me imagino un frágil cayuco a su lado, sin duda, una estampa imponente.

Se me ha olvidado poner el piloto automático y creo, por el faro que hay en la costa, que me he salido del rumbo marcado. No importa, cualquier rumbo es bueno, si lo eliges libremente y yo ya he elegido el mío.



1 comentario:

Haideé Iglesias dijo...

Xavi, aquí veo reflejado un poquito más de tu mundo interior. Qué dificil resulta poner una mirada positiva en el mundo ¿verdad?. Haciendo referencia a la compasión. Una palabra muy mal comprendida,tanto que cada vez que la he pronunciado en algunos lugares, poco más y me pegan (verbalmente,claro). Y lo dificil que resulta dialogar con este tipo de personas, que ni escuchan ni quieren escuchar, es aquí donde el ejercicio de la compasión es más dificil de aplicar. Ver dentro del corazón de estas personas es muy dificil, porque hay tantas capas por fuera que llegar a ese corazón lleno de miedo resulta tremendamente dificil, pero no imposible. No imposible porque cuando tú ya has visto en el tuyo, puedes acceder al de los otros siempre, aunque te duela ya no lo rechazas, entiendes y trabajas para poder coseguir que entre un poquito de luz compasiva y comprensiva en ese corazón encogido y egoista.
Bueno, ya que no tenias ningún comentario y a mi me gusta dialogar, aunque a veces sea en silencio, comparto esto contigo por si puede hacerte sentir un poco más sereno, capitán...Un abrazo.