jueves, 22 de noviembre de 2007

RUMBO A LAS ISLAS COLUMBRETES 1ª Parte

La proa mira hacia donde está saliendo el sol. Parece una pequeña colina en el horizonte, un reducido punto de color rojo, que dentro de no mucho tiempo se engrandecerá dispuesto a engullirme. Aguantaré el rumbo hasta que ese astro surja en su totalidad de la lejanía y se eleve, majestuoso e impresionante, hacia el infinito. En esos momentos viraré y pondré mi pequeño barco dirección sureste, camino de las Islas Columbretes.

La mar está en calma y sopla un xaloc suave. Está entrando por popa y lleva el mismo rumbo que yo. Hará una media hora que he dejado de ver la costa del Delta del Ebro, es en estos momentos cuando más a gusto estoy, me siento yo mismo, soy yo mismo y no dependo de nadie ni a nadie tengo que rendir cuentas y si tuviera que hacerlo, lo haría a la mar.

Le diría que necesito deslizarme sobre ella, que navegaré suave sobre su espalda, que la quilla de mi barco a penas la rozará, que mi camino está en su camino, que en mis entrañas hay una parte de ella, que desde que nací su olor se introdujo en mis poros, que la necesito tanto como a la mujer que amo y le recordaría a la mar que ella fue testigo, hace años, de nuestro enamoramiento y lo permitió.

Me están llamando por la emisora, al parecer un velero se ha averiado a unas dos millas de donde yo me encuentro y me piden que vaya a echarles una mano.

Os seguiré contando mi viaje hacia las islas.

Un saludo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Islas que me hubiera gustado visitar para bucear en sus aguas transparentes, y explorar sus fondos, que deben ser espectaculares.

Cuando llegues, si puedes, te recomiendo que hagas una inmersion. Y quizas puedas tambien nadar con delfines, que alguno suele haber siempre.

Anónimo dijo...

Esperemos ese velero fuera reparado sin contratiempos.

Aleteos!