viernes, 30 de diciembre de 2011

FOTOGRAFÍAS IMPOSIBLES



Hace tiempo Lur nos dijo en clase “escribir sobre la fotografía que os gustaría ver, la fotografía que os gustaría tener entre vuestras manos”. Después de darle muchas vueltas me di cuenta que me era difícil centrarme en una sola fotografía, así que tomé la decisión de imaginarme un álbum fotográfico pero no una cualquiera, me imaginé un álbum repleto de instantáneas imposibles.




Como imposible es captar el viento que va hinchando la mayor permitiendo que la proa parta un azul complicado y no siempre comprendido.

Imposible es captar como se desgarra mi alma cuando tus silencios se convierten en armas blancas provocando hemorragias desmesuradas de sentimientos encontrados y a veces incluso olvidados.

Como imposible es captar el suave calor que embriaga mi alma cuando un sol otoñal indica el nacer de una nueva jornada marcando un destino inesperado e incierto pero no por ello menos deseado.


Como imposible es captar el deseo que se abre ante nosotros cuando tus ojos encuentran mis ojos a sabiendas que jamás estarán lo suficientemente cerca para permitir que compartamos el salitre vertido por nuestras lágrimas.


Imposible es captar el surco que dejan tus manos cuando reptan por mi pecho en busca de objetos no voladores pero perfectamente identificados.


Imposible es captar el ligero movimiento que forman las vocales de tu nombre mientras acompasada y ordenadamente van entrando en la memoria pasando a formar parte de mí.



La vida está compuesta de momentos e instantes imposibles de captar pero no por ello menos verdaderos y por supuesto no menos deseados.

jueves, 22 de diciembre de 2011

UN DICIEMBRE COMPLICADO

Estos días estoy descansando en mi pequeño pueblo pegado a mi mar, al mar mediterráneo. Ha sido un final de año duro, excesivamente duro, de noches de desvelo preguntándote si haces bien o haces mal, si estás haciendo lo correcto o por el contrario te estás equivocando. Un final de año lleno de emociones y de descubrimientos…y no todos buenos.
Me he podido dar cuenta de cómo la gente juzga y opina de los demás demasiado alegremente, sin pensar, sin tener en cuenta el motivo por el cual una persona actúa de una determinada manera o de otra. Sin entender que no todo el mundo tiene que ser igual. Que no a todo el mundo le hacen gracia las mismas bromas. Me he dado cuenta de lo fácil que es manipular, de lo fácil que es echar mierda sobre otros. Hombres y mujeres que creen que te engañan cuando en realidad uno sabe perfectamente de qué va cada uno…y a lo mejor te dejas engañar, porque mi papel no es juzgar si me engaña o no, mi papel es juzgar otros aspectos y he de reconocer que en eso son buenos, que harán bien su trabajo y realmente eso es lo importante. Esa gente nunca serán mis amigos, ni iría a cenar con ellos y mucho menos les confiaría un secreto, sin embargo he de reconocer que si trabajaría con ellos. Eso es lo que vale.
Sin embargo no todo han sido experiencias negativas.
También me he dado cuenta de que hay gente capaz de llorar cuando ve sufrir a otros, también me he dado cuenta de que hay gente capaz de rectificar y reconocer que se ha equivocado. Gente capaz de decir “lo siento, creo que no te lo merecías”. Gente que se levanta de la mesa cuando ve a un compañero llorando. Esa es la gente de la que me siento orgulloso. Hombres y mujeres que sí serán mis amigos, con los que iría a cenar, en los que puedes confiar a muerte, gente que jamás dará un paso atrás para dejarte solo… y por supuesto con los que también trabajaría. Pero la principal diferencia es que ellos pasan a formar parte de la mochila que todos llevamos. Una mochila llena de experiencias, de gente fantástica, de momentos inolvidables. Con eso me quedo.
Soy consciente de que ésta es una entrada de mi blog un poco extraña. Una entrada difícil de entender pero es lo que hay. La gente que la lea y sepa cuál es mi trabajo sabrá perfectamente a que me refiero.



Ahora todo ha pasado y aquí estoy, en mi pueblo, oyendo como el mistral sopla con mucha fuerza convirtiendo la mar en una capa blanca de olas que arremeten unas contra otras, haciendo que la arena de la playa te golpee en la cara hasta hacer daño. Sin embargo los atardeceres son espectaculares, es increíble la tonalidad que adquiere el cielo. El viento del norte tiene el poder de limpiar el cielo de cualquier nube que quiera interponerse en esa paleta mágica de colores. Una mezcla de rojos, negros y azules que se buscan detrás de las montañas mientras el sol va escondiéndose, como si fuera un amante avergonzado o quizás es un amante con miedo a ser amado, no lo sé. El caso es que se va para dejar paso a una luna que va tras él, una luna que se contagia de ese maremágnum de colores y de sensaciones…al ver eso no puedo impedir que un montón de sensaciones fluyan descontroladamente y por unos momentos soy feliz, inmensamente feliz.
Es curioso pero mi mediterráneo, junto a mi pequeño pueblo siempre me salva en los momentos jodidos. La mar es una buena y excelente amiga porque nunca pide nada pero siempre está ahí.

martes, 22 de noviembre de 2011

LOS OJOS DE LA SEÑORA

El otro día Lur puso encima de la mesa un puñado de fotografías, cada uno de nosotros tenía que escoger una de ellas y describirla. Estuve mirando y al final me decidí por el cuadro de la señora o acaso ella fue la que con su mirada me escogió a mí, sea lo que sea esto es lo que vi en esa fotografía (la fotografía está al final del texto, por lo tanto primero leéis, os la imagináis y luego miradla, a ver si a vosotros también os buscan sus ojos)

“No sé cuanto tiempo estuve esperando, pero no creo que fueran más de diez o quince minutos.
Cuando ella entró en el salón no dijo nada, ni buenas tardes, ni disculpe por la tardanza, nada, solo me miró y agachó levemente la cabeza mientras colocaba el vestido de tal manera que no le molestara al sentarse en la esquina del sofá.


Se arregló un poco las dos rosas del pelo, apoyó su brazo izquierdo en el cojín, se subió un poco el bajo del vestido y me miró.
- ¿le parece bien así?

No dije nada, quizás porque no había nada que decir, quizás porque aunque yo fuera el pintor los dos éramos plenamente conscientes de que era ella la que decidía si estaba bien o estaba mal.
Coloqué mi pulgar entre el agujero de la paleta, cogí el pincel de punta fina, miré el lienzo blanco para al final centrar mi mirada en esa mujer sentada a escasos cinco metros. Inicié el recorrido por el vestido azul de flores doradas por el cual asomaba un tul a juego con el estampado. Continué por sus manos. Una mano derecha agarrada al vestido, quizás buscando la seguridad de algo conocido, en cambio su mano izquierda me mostraba con cierto descaro un anillo dorado lo suficientemente grande para entender qué posición ocupaba en la escala social. Seguí por sus pechos forrados con un lazo azul a juego con el vestido. Subí y me encontré alrededor del cuello un collar de perlas rozando su piel.


Una piel blanca que contrastaba con sus labios rojos, con su mirada y fue en ese momento cuando supe que me estaba engañando…y se estaba engañando.


Aparentaba poder, clase, hasta cierto punto de soberbia sin embargo encontré en esa mirada una mujer enamorada de la vida pero no del hombre que le había tocado en suerte. Encontré una mujer que a todas luces intentaba decirme que no me dejara amedrentar por las apariencias y que me esforzara en entenderla o aun más en conquistarla, en enamorarla y romper de esta manera lo que hasta entonces había sido un camino erróneo…su camino.


Recogí la paleta, guardé el pincel y huí.


Ahora fui yo el que agachó levemente la cabeza”


domingo, 6 de noviembre de 2011

CLAUDIA Y LA NIÑA CHINA

El otro día en el taller de escritura Lur (la profe) nos puso la tarea de imaginarnos que éramos imanes de esos que hay en todas las cocinas. Yo escogí ser un imán en forma de gallo pegado a la puerta de una nevera…y esta es la historia que escribí. Una historia titulada CLAUDIA Y LA NIÑA CHINA.

“Hasta entonces mi vida había sido más o menos estable, tranquila y en cierto modo monótona, sin embargo me gustaba, quizás porque uno se acostumbra a vivir sin aspavientos, pasando desapercibido, siendo amo, señor y esclavo de un espacio blanco e irreductible.
Mis únicos movimientos consistían en el batir de la puerta; eran movimientos acompasados, lentos, exentos de peligro y dirigidos por su mano…la mano de mi admirada, deseada y exuberante Claudia.


Lo que más me gustaba, el momento más esperado era cuando ella se agachaba para abrir el congelador. Era un momento mágico, un momento sublime, era el momento en que de su uniforme asomaban unos pechos turgentes, una lencería negra espectacular ¡Dios! cómo esperaba ese momento. Rezaba para que lo que buscaba no estuviera en el primer cajón del congelador y tuviera que buscar en el segundo o con un poco de suerte en el tercero. Tenía que hacer verdaderos esfuerzos para que la cresta de gallo no se me pusiera de punta.


Sin embargo recuerdo el primer día que la vi. Tenía los ojos rasgados, el pelo negro y liso, hablaba un idioma extraño y creo recordar que su nombre era algo parecido a Li. Sus pequeños ojos se me quedaron mirando y supe que ya nada sería igual. Se acercó, su aliento formó una especie de vaho a mi alrededor, sus manos acariciaron mi pico, mis alas… para de repente mandarme con un leve manotazo al suelo.


No, no me rompí, soy un viejo gallo de pelea, lo que de verdad me dolió es que Claudia no le dijera nada, pero no solo eso sino que encima me colocó en la puerta del lavavajillas.


A partir de ese momento lo único que veía cuando ella se agachaba para abrir la puerta era el suelo a escasos centímetros de mi pico.”

viernes, 30 de septiembre de 2011

VIVIR EN CICELY

En esta entrada pretendía escribir sobre mi verano sin embargo…quizás porque ya queda un poco lejos, quizás porque yo ya sé cómo fue y no necesito escribirlo y quizás porque me apetece escribir sobre otras cosas, el caso es que voy a hablar sobre otro blog.



Una bitácora firmada por gente a la que admiro profundamente y que se titula “vivirencicely.blogspot.com”. Trata sobre dos personas que han hecho realidad su sueño, o al menos uno de ellos. Cuando se entra en su blog lo primero que ves es una hermosa fotografía compuesta por unas rocas y un velero, su velero, y una frase “la responsabilidad de los sueños”.



Efectivamente cada uno es responsable de sus sueños, de llevarlos a cabo, de ser valiente y de enfrentarte a todos los inconvenientes que se plantean, a pesar de que muchas veces somos nosotros mismos los que nos creamos esos impedimentos y miedos y colocamos, consciente o inconscientemente, trabas en el camino.



También es cierto que a veces necesitamos un pequeño empujón, un grito de aliento, o mejor un susurro de aliento, una mano tendida o una mirada que nos empuje a seguir, unos ojos que digan “ven” o “vamos”. Desde luego todo es más fácil cuando sabes que la persona que tienes al lado jamás te dejará tirado en una esquina cualquiera de un lugar cualquiera.



Ellos lo han conseguido y ya solo por eso se merecen toda mi admiración. Pero no solo por eso hay que leer su blog. Entrad en él y dejaros embriagar por el olor a mar, por sus vivencias, por los aromas de Marruecos, por la vida y costumbres de gente diferente a nosotros, dejaros acompañar por unos delfines saltando por la proa de su velero, pero no os quedéis solo en el texto, deteneos un momento y disfrutad de sus fotografías…en fin todo un placer.

viernes, 9 de septiembre de 2011

VERANO, POLÍTICOS,LOS JÓVENES DEL JMJ Y PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS A LA CONCORDIA

Ya ha llegado septiembre con todo lo que ello implica de vuelta a la normalidad si por normal se entiende levantarte a las siete menos cuarto de la mañana, salir deprisa del trabajo para ir a buscar a la niña (la mayor ya va sola), planchar y más planchar y luego volver a planchar tras la conocida frase de “mañana me quiero poner esa camiseta y no está planchada” (¡joder! como si no tuvieran otra, pues no, tiene que ser esa)…en fin tareas propias de padres y madres con niñas adolescentes y/o pre-adolescentes (que no sé cuáles son peores).



De todas maneras reconozco que no me puedo quejar, tengo un trabajo que me apasiona y encima me pagan por ello, aunque con la dichosa crisis cada vez menos, aunque supongo que es justo arrimar el hombro. Sin embargo uno desearía que sus Señorías Diputadas/os y Senadoras/es (hay que ser políticamente correcto, que es lo que se lleva) tuvieran la vergüenza y decencia de no hablarme de bajar el sueldo cuando ellos y ellas tienen millones y millones de euros en patrimonio, cuentas y demás menesteres que vaya usted a saber dónde los han ganado.

Y ya puestos a quejarme continúo con otra noticia: se estaba barajando la posibilidad de otorgar el premio Príncipe de Asturias a la Concordia al movimiento JMJ (Jornadas Mundiales de la juventud), ante mi perplejidad me puse a buscar las bases del mencionado premio y ponía lo siguiente:



Será concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones cuya labor haya contribuido de forma ejemplar y relevante al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres, a la lucha contra la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la ignorancia o a la defensa de la libertad, o que haya abierto nuevos horizontes al conocimiento o se haya destacado, también de manera extraordinaria, en la conservación y protección del patrimonio de la Humanidad.”



Vamos por partes, ¿desde cuándo esos jovencitos/as (la mayoría niños/as de buena familia y mucha solera) han contribuido al entendimiento y a la convivencia en paz entre los hombres? ¿Desde cuándo han luchado contra la injusticia, la pobreza…? ¿Defensa de la libertad? Creo que por lo único que luchan es por a ver quien lleva la mochila más chupiguay, las zapatillas de la marca más cara, qué coche tiene papá y por supuesto mamá, a qué exclusivo club pertenece…, eso sí, van a misa todos los domingos (por supuesto sin mirar si a la salida en el pórtico hay alguien pidiendo limosna), a convivencias espirituales donde junto a jóvenes y castos ¿o no? sacerdotes ensayan bailes para luego ponerlos en práctica delante de la televisión al paso de su apreciado y querido Papa “¡ahhhh! Que guay”…en fin premio a la concordia menos mal que al final funcionó el sentido común y le han dado el premio a los Héroes de Fukushima.



Creo que me he liado y al final dejaré las experiencias del verano para otro post.

martes, 14 de junio de 2011

NOCHE...

Las noches empiezan a ser calurosas y al sol le va dando cada vez más pereza marcharse. Estos dos pequeños detalles hacen que mi alma vuele a 500 kilómetros y se quede varada en una noche cercana al mar Mediterráneo.


Noches así me traen un sinfín de recuerdos, noches de tertulia junto a una cerveza y algún que otro “cigarro”.


Noches de amor descubriendo qué es un beso atrapado por unos labios que rozan suavemente tu alma mientras van cosiendo hilos de pasión…pequeños hilos de pasión.


Noches en las que tu piel morena convierte mis ojos en minas de carbón.


Noches en las que mis manos se aproximan a tu cuerpo pero tienen tanto miedo a que desaparezcas que no osan tocarte, simplemente se quedan a escasos milímetros de tu piel.


Tormentas de verano en las que nos encontramos debajo de la lluvia y simplemente nos quedamos mirando, observándonos con detenimiento y ¿con miedo?


Noches de un deseo atrapado en dos cuerpos que se acercan y se alejan por miedo a quebrarse ante tanta pasión.


Palabras en idiomas distintos pero que tanto tú como yo sabemos qué significan, “¿cómo se dice te quiero en catalán?” te miro y me encuentro con tus ojos interpelándome, esperando una respuesta “t´estimo” responde mi mirada.



Noches de música suave y de letras sencillas pero tan, tan hermosas…



domingo, 6 de marzo de 2011

MOMENTOS






La vida está compuesta de momentos, no sé si pequeños o grandes, pero instantes que se quedan anclados en nuestro corazón para siempre. Esos momentos pueden ser una canción, una imagen, una mirada, una pregunta, un olor, incluso un deseo no cumplido, una palabra no dicha en un momento determinado. Un momento puede ser quedarte con las ganas de rozar su piel, quedarte con las ganas de saber qué se siente cuando sus labios se acercan despacio a tus labios. Un momento es preguntarte que ocurre dentro de ti cuando sus ojos te miran…


Estas fotografías y esta música son momentos. Las fotos son momentos de este verano en mi pueblo, concretamente una tarde que salí a pescar con mi padre y con María, mi hija pequeña. El plato de comida es una "fideuá" que me quedó de miedo y la música es una canción hermosa que habla de amor. La canta un grupo en euskera pero hicieron una magnífica versión en catalán. En euskera se titula "illargia" y en catalán "la lluna".






Espero que os gusten.


martes, 1 de marzo de 2011

ANA E IÑIGO...DOS VALIENTES

Hoy quiero hablar de gente valiente y más concretamente de dos personas, Iñigo y Ana. Ellos no se conocen, de hecho lo único que tienen en común es que han vivido en la misma ciudad, sin embargo son dos luchadores.

Empezaré hablando de ella. A Ana la conocí en un curso de relatos. Por diversos motivos tuve que abandonar el curso, aún así solíamos quedar de vez en cuando la mayoría del grupo para tomar algo, contarnos proyectos, leer algún relato…se trataba de no perder el contacto. La última vez me comentó que se le había terminado el trabajo pero que no le preocupaba demasiado ya que tenía en mente un proyecto, pero que aún no podía decir nada.

Con el paso del tiempo me he enterado de que ahora vive en Roquetas de Mar, que junto con su pareja han comprado un barco. Un velero que están preparando para poder navegar por ese mundo azul. Cada uno tiene que buscar su momento y para ellos ya ha llegado, de hecho hay sueños que solo se pueden cumplir en una etapa de tu vida, cuando aún no tienes demasiadas obligaciones que te amarren a un lugar. Ojalá que tengan una buena singladura y que los vientos les sean favorables.

La otra persona es Iñigo Beristain. A él tuve la suerte de conocerle en el colegio donde van mis dos hijas. Fue su maestro, aunque tuvo más relación con la mayor de mis hijas, de hecho fue su tutor. Hoy en día vive en Logroño y ya no da clases en este colegio. Iñigo tenía una vida bastante estable, trabajaba en lo que le gustaba, la enseñanza; sin embargo había otra pasión LA FOTOGRAFÍA. Recuerdo que estando en el colegio pidió una excedencia y se fue a recorrer parte de Asia. A todos nos sorprendió…pero ese fue su primer acto de valentía.
Ha ganado premios, ha sido becado y actualmente expone en una galería de Madrid.
Tiene un blog: beristain.blogspot.com y una página web www.iberistain.com

A ambos os deseo toda la suerte del mundo y desde luego tenéis toda mi admiración.

martes, 22 de febrero de 2011

UNA CIUDAD...EN EL NORTE

Hoy en el taller de relatos hemos practicado la descripción, para ello teníamos que escoger un lugar de la ciudad, ir allí y describir lo que veíamos.

Cuando he salido de casa estaba lloviendo pero no me ha importado, en absoluto. Esas gotas de agua han traído a mí recuerdos de cuando era niño y llovía en el pueblo. Para nosotros que no estábamos acostumbrados a ver el agua aquello era mágico y la verdad es que nos hacía felices.
Hoy me he sentido bien paseando por el Casco Viejo, unas calles estrechas pero llenas de vida, no sé si buena o mala pero vida al fin y al cabo…y con eso ya me basta.

Desde una mesa sentado en el interior de un bar he escrito esto:

“Me siento en un lugar del Casco Viejo. La calle estrecha no permite que mi vista se aleje mucho más allá de las paredes que descansan a escasos metros de donde estoy.

Podía haber escogido cualquier otro sitio situado en los nuevos barrios, lugares donde el atardecer se desploma lentamente permitiendo que los ojos se acostumbren a la oscuridad que poco a poco nos va cubriendo.

Podía haberme ido a la otra parte de la ciudad. Un barrio donde los ciervos, las charcas y los cientos de pájaros que habitan en ese lugar celebran como la noche va pariendo un día nuevo. Sin embargo he escogido este estrecho lugar en la parte alta del Casco Viejo. Seguramente porque me siento más cómodo en las distancias cortas, con poca gente a mi lado.

Levanto la vista del cuaderno y veo a través de las cortinas a una chica bailando como una loca, moviendo los brazos de un lado a otro y de arriba abajo. Tengo la impresión de que es muy feliz y de que irradia felicidad a los que la rodean.

Veo una televisión encendida y una silueta sentada en el sofá. Me imagino a una persona que ya ha vivido todo lo que tenía que vivir y que ahora prefiere vivir la vida de los demás.

Veo a dos chicas paseando cogidas de la mano, se miran, sus ojos se besan. Siguen andando dispuestas a no soltarse nunca más de la mano.

En otra de las ventanas me parece ver a un chico y una chica jugando con una bola del mundo. Esa pareja está apostando fuerte por un sueño, quiere ganar…juega para ganar. El coge la mano de ella, creo que sus dedos están cruzando el Atlántico. Ojalá que tengan una buena travesía.
Veo un cuaderno en blanco que poco a poco va llenándose de letras repletas de sentimientos.”

Un saludo desde…una hermosa ciudad del norte.

martes, 1 de febrero de 2011

DOLOR, MIEDO Y PLACER

En enero me he apuntado al curso de relatos. El año pasado lo tuve que dejar y lo cierto es que me quedé con las ganas. La única que repite es mi querida y admirada Pakita, y por supuesto la profesora, la no menos admirada y querida Lourdes.

El otro día estuvimos practicando el microrelato. Yo os dejo aquí el que escribí, a la persona que lo lea espero que le guste. Se titula "DOLOR, MIEDO Y PLACER"


Dejé la ropa encima de la silla. Me tumbé. Sus manos sobre mi piel proporcionando una química perfecta entre el placer, el dolor y el miedo que da el sentir como la sangre va rompiendo la piel y escapando hacia el exterior. Apreté las mandíbulas. ¿Cuánto tiempo estuve a su merced?, veinte minutos, quizás treinta, no lo sé. Lo único cierto es que cuando miro el tatuaje que tengo en la pierna me vienen a la memoria tres fantasmas: el dolor, el miedo…y el placer de ver el nombre de mis hijas dibujado en mi piel.