No hace falta deciros que cuando hablo de “los correos que recibo de mi amigo, el que está jodido”, ese “amigo” realmente soy yo. El utilizar una tercera persona era, simplemente, por darle un contexto a la historia; pero ahora no hay historia que valga. Ahora lo único que cuenta es la dura, y puta, realidad.
Al escribir estas líneas no pido compasión, ni lástima, en realidad no pido nada. Lo que escribo es realmente para decir que la vida no es justa, todo el mundo me dice”que bien tratas a tu suegra”, “eres un yerno ejemplar”, “con lo mal que lo ha pasado en esta vida en cambio ahora es feliz con vosotros” y más frases y palabras que en el fondo me dan igual. Todo el mundo piensa en ella, pero, sin tener ninguna culpa, soy consciente de la enfermedad que sufre, me ha jodido la vida.
Ahora mismo me gustaría estar a mil kilómetros de aquí, ver cosas que nunca he visto, me gustaría estar en mi pequeño pueblo sentando en la arena contemplando el mar embravecido, me gustaría ver alzarse mis cometas en el cielo, ver como juegan en el aire, como se confunden con los pájaros, me gustaría estar en muchos sitios en los que por las circunstancias de la vida no puedo estar. Me gustaría huir.
Me cabreo conmigo mismo porque he cambiado, porque a veces no me reconozco. El otro día me enfadé con mi hija pequeña, con mi pequeña princesita María porque se le había olvidado un libro en el colegio y no pudo hacer los deberes. Me enfadé tanto que hasta Laia, mi hija mayor, me tuvo que decir “venga papi que no pasa nada” y tenía razón. No pasa nada, fue a casa de una amiga, hizo los deberes y problema solucionado; pero yo perdí los papeles. Eso me cabrea profundamente, hace que me odie como padre ¡qué ejemplo estoy dando a mis hijas!.
Esta mañana mismo he ido a hacer unas compras y me marchaba sin pagar, ¡que vergüenza!, me he puesto rojo como un tomate, pero no es eso lo que me preocupa, lo que me desconcierta es el hecho de estar en otro mundo. De camino hacia casa me he cruzado con gente, algunos se les veía felices, otros no, algunos iban agarrados de la mano, otros solos pero yo sólo veía cuerpos. Había una mujer pidiendo limosna, sentada en la acera y he pasado de largo, como si no me importara. He actuado con una prepotencia que no es digna de mí.
Ya ni siquiera la poesía de Benedetti me reconforta ni me trae la paz que otras veces me aportaba. Escribir, sacar toda la mierda que hay dentro de mí, es lo único que me reconforta un poco.
Los amigos me dicen “tranquilo, vendrán tiempos mejores”, eso espero pero mientras van pasando los días, va pasando la vida, van pasando oportunidades. No tengo veinte años, no tengo toda la vida por delante. Con veinte años te comes el mundo, ahora el mundo me está comiendo a mí.
Al escribir estas líneas no pido compasión, ni lástima, en realidad no pido nada. Lo que escribo es realmente para decir que la vida no es justa, todo el mundo me dice”que bien tratas a tu suegra”, “eres un yerno ejemplar”, “con lo mal que lo ha pasado en esta vida en cambio ahora es feliz con vosotros” y más frases y palabras que en el fondo me dan igual. Todo el mundo piensa en ella, pero, sin tener ninguna culpa, soy consciente de la enfermedad que sufre, me ha jodido la vida.
Ahora mismo me gustaría estar a mil kilómetros de aquí, ver cosas que nunca he visto, me gustaría estar en mi pequeño pueblo sentando en la arena contemplando el mar embravecido, me gustaría ver alzarse mis cometas en el cielo, ver como juegan en el aire, como se confunden con los pájaros, me gustaría estar en muchos sitios en los que por las circunstancias de la vida no puedo estar. Me gustaría huir.
Me cabreo conmigo mismo porque he cambiado, porque a veces no me reconozco. El otro día me enfadé con mi hija pequeña, con mi pequeña princesita María porque se le había olvidado un libro en el colegio y no pudo hacer los deberes. Me enfadé tanto que hasta Laia, mi hija mayor, me tuvo que decir “venga papi que no pasa nada” y tenía razón. No pasa nada, fue a casa de una amiga, hizo los deberes y problema solucionado; pero yo perdí los papeles. Eso me cabrea profundamente, hace que me odie como padre ¡qué ejemplo estoy dando a mis hijas!.
Esta mañana mismo he ido a hacer unas compras y me marchaba sin pagar, ¡que vergüenza!, me he puesto rojo como un tomate, pero no es eso lo que me preocupa, lo que me desconcierta es el hecho de estar en otro mundo. De camino hacia casa me he cruzado con gente, algunos se les veía felices, otros no, algunos iban agarrados de la mano, otros solos pero yo sólo veía cuerpos. Había una mujer pidiendo limosna, sentada en la acera y he pasado de largo, como si no me importara. He actuado con una prepotencia que no es digna de mí.
Ya ni siquiera la poesía de Benedetti me reconforta ni me trae la paz que otras veces me aportaba. Escribir, sacar toda la mierda que hay dentro de mí, es lo único que me reconforta un poco.
Los amigos me dicen “tranquilo, vendrán tiempos mejores”, eso espero pero mientras van pasando los días, va pasando la vida, van pasando oportunidades. No tengo veinte años, no tengo toda la vida por delante. Con veinte años te comes el mundo, ahora el mundo me está comiendo a mí.
7 comentarios:
ya sé que lo que digo son palabras y te van a sentir igual que una palmadita en la espalda, eso que dices es fruto de la frustaciòn y a la larga acarrea esa agresividad de la que tu mismo eres consciente y te asustas.
qué puedo decir? nada, solo darte un abrazo y decirte que todo pasa, y esto también
un beso
glups!
Sé que todo pasa. Sé que no te sirve.
Tal vez, en cualquier caso, este sea tu momento.
bss.
como q no tienes la vida por delante!!. Todo pasa xavi. Yo hace unos años tambien lo pase muy mal y sali huyendo d casa; ahora estoy mucho mejor... pero arrepentida d esa huida y hoy en dia me va a costar mucho trabajo regresar a mi vida "normal".
Xavi: Perdoname este comentario tan frugal pero mi padre me enseño q la vida, como la bolsa, son ciclos. Ya se q es dificil d encajar pero es q no queda otra.
Piensa, sobre todo, en tus hijas, en tu mujer, en ti y luego... en todo lo demas pq ese debe d ser el orden natural d las cosas.
un beso y mucha fuerza
Yo no lo he pasado personalmente, pero por desgracia esto que te pasa a ti le pasa a mucha gente, y conozco alguna (uno que esta en tu misma situacion, y una chica que es ella hija de la enferma y tiene familia como tu).
Lo principal, muy importante, hay que buscar calidad de vida tanto para el enfermo como para los familiares que le cuidan. Si esto no se cumple, con el tiempo no habra un enfermo al que cuidar, te aseguro que suele haber mas. Y una persona que no esta bien es dificil que cuide de otra.
Pensar en ello, buscar la mejor manera de llevarlo todos, y que esto que probablemente pasara como todo en la vida deje la menor secuela.
Musu.
Debo leer en el mar la lección de lo inmenso y renombrar el color que la vida me enseña debo saber respirar un oxígeno fresco y regresar a ese sol como cuando estaba dentro de ese paisaje aun cuando haya tormentas...
Lo que te está pasando suele suceder cuando nos ocupamos demasiado de los demás, a veces es sano ser un poco egoísta, necesitas desconectar un poco, irte unos días solo y prometerte a ti mismo que en esos días realmente te olvidarás de todo!! de momento sigue escribiendo, sacando todo, no dejes que esas emociones se pudran dentro. Por cierto, no creo que el mundo te coma, eres muy grande ya y creo que podría indigestarse :) besos y ánimo :)!!!
A veces resulta duro leer cosas asi, supongo que para ti sera aun mas duro vivirlo tal y como lo cuentas..
Que podria decir? Supongo que ante esto no podria decir mucho, no sabria, solo ofrecerte un abrazo y espero que todo se solucione y ya sabes me gusta mucho el mundo de las citas...te dejo una..
Cuando la vida te presente razones para llorar,demuestrale que tienes mil y una razones para reir.
Esas razones podrian ser tus hijas por ejemplo...
Un besito y una estrella.
Mar
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