Ahora, mientras escribo estas líneas en el cuaderno de bitácora, mi alma está llena de sensaciones contradictorias; emociones difíciles de explicar con palabras. Quiero escribir tantas cosas y tan rápido…no quiero que nada se me olvide, fluyen las ideas a borbotones, intento parar un momento…pero no puedo y me pregunto si seré capaz de transformar mis pensamientos, completamente desordenados, en palabras y frases con sentido.
El viejo capitán se ha ido, en su casa las persianas están bajadas y en el bar lo único que hay es un trozo de folio donde pone: “CERRADO POR LA NECESIDAD DE VOLVER A UN MUNDO QUE JAMÁS DEBIMOS ABANDONAR”.
Por un lado me alegro por él, ahora estará navegando con todo el velamen desplegado, intentando que el viento entre por popa y golpee con fuerza la mayor. Imagino la goleta levantando la espuma del mar al golpear las olas provocadas por el poniente, imagino el viejo barco cruzando el estrecho de Gibraltar amurado a estribor, imagino la cubierta llena de agua confundiéndose con el mar.
Por otro lado no entiendo que se haya ido sin despedirse; me hubiera gustado tomarme una última cerveza, me hubiera conformado con un simple apretón de manos, con un “quizás nos volveremos a ver”.
Lo único que tengo del viejo marino es una cajita que me ha traído uno de los marineros del puerto. En su interior hay una pequeña goleta dentro de una botella y una carta manuscrita. En la misiva pone:
“Siento haber zarpado sin despedirme, pero ya sabes como somos los marinos, nos vamos cuando las condiciones climatológicas son benignas y te aseguro que en estos momentos los vientos, las corrientes y mis sentimientos eran favorables para la navegación; quizás como nunca lo habían sido.
Ahora que te he conocido es cuando me he dado cuenta que yo ya encontré mi Itaca. Releyendo mis libros de navegación, viendo otra vez las fotografías, las láminas de Gauguin… supe que me había equivocado. Me quedan pocos años para enmendar los errores y no puedo esperar.
Un fuerte abrazo y suerte en tu destino. Espero que los vientos te sean favorables y puedas llegar a tu Itaca”
El viejo capitán se ha ido, en su casa las persianas están bajadas y en el bar lo único que hay es un trozo de folio donde pone: “CERRADO POR LA NECESIDAD DE VOLVER A UN MUNDO QUE JAMÁS DEBIMOS ABANDONAR”.
Por un lado me alegro por él, ahora estará navegando con todo el velamen desplegado, intentando que el viento entre por popa y golpee con fuerza la mayor. Imagino la goleta levantando la espuma del mar al golpear las olas provocadas por el poniente, imagino el viejo barco cruzando el estrecho de Gibraltar amurado a estribor, imagino la cubierta llena de agua confundiéndose con el mar.
Por otro lado no entiendo que se haya ido sin despedirse; me hubiera gustado tomarme una última cerveza, me hubiera conformado con un simple apretón de manos, con un “quizás nos volveremos a ver”.
Lo único que tengo del viejo marino es una cajita que me ha traído uno de los marineros del puerto. En su interior hay una pequeña goleta dentro de una botella y una carta manuscrita. En la misiva pone:
“Siento haber zarpado sin despedirme, pero ya sabes como somos los marinos, nos vamos cuando las condiciones climatológicas son benignas y te aseguro que en estos momentos los vientos, las corrientes y mis sentimientos eran favorables para la navegación; quizás como nunca lo habían sido.
Ahora que te he conocido es cuando me he dado cuenta que yo ya encontré mi Itaca. Releyendo mis libros de navegación, viendo otra vez las fotografías, las láminas de Gauguin… supe que me había equivocado. Me quedan pocos años para enmendar los errores y no puedo esperar.
Un fuerte abrazo y suerte en tu destino. Espero que los vientos te sean favorables y puedas llegar a tu Itaca”
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14 comentarios:
precioso, me has dejado con los pelos de punta, tienes la capacidad de hacerme sentir como si lo estuviera viendo, transmites mucho, o será que también tengo el día triste, ya pasara.
un beso y gracias y sigue asi.....
caray xavi: con el canguelo q me han dado siempre los barcos, al final voy a acabar cogiendoles el gustillo gracias a tus entradas.
un beso
Ainsssssss, tenías que haberme oído suspirar.
Tu vida, ha cobrado hoy más sentido y sin duda, tu viaje va por buen camino.
bss.
Ehhhhhhhhhh??? Pero se ha ido asi, sin haberte enseñado su barco???Caguen que prisas, tendria algo muy importante que hacer,no estoy yo tan segura de que haya encontrado Itaca el viejo marinero!
Y ahora que? Ve ordenando todo eso que tienes en la cabeza, a ver que sale...
No es por hacer falsos halagos, pero sinceramente logras siempre que vuele con tus relatos, uno siempre mejor que el otro, por qué no publicas?? te lo juro, me han creado dependencia tus relatos! sin duda el capitán se ha ido como lo hacen los grandes!! Encontrarás tu Itaca! ;) besos!!
a veces tengo ganas de echarme en una botella al mar... por si me encuentro contigo.
aunque lleves a Itaca siempre en el espiritu.
a veces quisiera lanzarme en una botella al mar si acaso el destino tiene algo bueno para mi (algo de suerte)... aun cuando se lleve a Itaca en el espiritu, siempre el mar brinda toda clase de suertes.... no lo crees?
Gracias por desearme buen viaje hacia mi Itaca ...Me encantó.. Volveré a tu blog.Un saludo
hey, capitán tienes una brújula?
Que bello Xavi
Que linda experiencia,
y que bonita amistad.
Es cierto lo que dice ése sabio marinero,
no podemos dejar pasar los tiempos buenos y benignos.
Ya añoraba pasar por aqui,
y encontrarte soñando con tus veleros...
Un secretito: bajito...
me gustan las locuras de los marineros, sobre todo si engalanan bigotitos de Coronel.
Un besito ♥
M.
GUADA:
Me alegro muchísimo que te haya gustado y un besito en la frente, que soy muy casto, por acompañarme en este viaje.
Muchísimas gracias.
SARITÍSIMA:
Ya verás como al final te acabarás comprando una piragua, de color negro, por supuesto jajaja
un abrazo superfuerte y, por cierto me ha dado recuerdos para tí san cucufato.
BAHHIA:
Un placer cada vez que te pasas por aquí. Ojalá mi viaje vaya por buen camino.
un abrazo.
ANONIMO:
Yo también siento que se haya ido tan deprisa. Te aseguró que él encontró su Itaca, sólo que en esos momentos no se dio cuenta, por eso ha tenido que regresar a ella.
un saludo.
NINFA_OCCIDENTAL:
Ojalá siga teniendo la capacidad de transportarte con mis relatos, de esta manera sé que seguirás leyéndome. Espero que así sea. En cuanto a lo de publicar creo que me valoras demasiado, pero gracias por pensarlo.
Un saludo. Por cierto una amiga se ha apuntado a un curso para aprender la danza del vientre. Ya te contaré.
JOLIE:
Sin duda el destino tiene algo bueno para ti. El mar está lleno de misterios, jamás se sabe que hay detrás de una ola ¿otra ola? ¿la calma del mar? quien sabe.
Por supuesto que tengo brújula ¿has visto a algún marinero sin brújula?
un fuerte abrazo :-)
ANGELA:
Gracias a ti por visitarme.
VERBO:
¡Qué placer tenerte de nuevo por aquí! me alegro que te haya gustado.
Me gusta que me hayas contando un secretito sin que se entere nadie jajaja
un abrazo
No es que te sobrevalore!! es que es así!! ya me contarás con sus clases, dile que le deseo mucha suerte en esta nueva aventura!
Gracias por tu comentario en mi último post, así con que me conoces.... tendré q cambiar un poco para poder sorprenderte, jajajaja, besos!
Parece que cada uno sigue su camino, pero que agradable es cruzarse con otros viajeros.
Aleteos!
NINFA_OCCIDENTAL:
Mi amiga se ha comprado un cinturon como plateado con una especie de moneditas colgando, no sé pero creo que de momento mucho ruído y pocas nueces.
En cuanto a lo del relato ¿tengo razón o no?, tu nunca escribes cosas obvias, siempre hay sorpresa.
un abrazo bella bailarina.
ABEJITAS:
Es agradable cruzarse con nuevos viajeros pero me fastidia que se vayan sin despedirse y más cuando seguramente no volverás a cruzarte con ellos.
un besito a las dos.
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