Ya ha pasado la noche, la semana de noche. Siete días que se han hecho largos, siete días con momentos muy buenos, risas, cafés llenos de comentarios graciosos y…algún que otro momento malo, momentos de nervios, de prisas, aunque para mi favor y sobre todo para mi salud mental he aprendido a desconectar. He visto ojos tristes, ojos que te piden ayuda y yo he intentado brindarles colaboración, o al menos he hecho todo lo que está en mi mano para que cuando salgan por la puerta se vayan con la sensación de que la persona que las ha atendido ha hecho todo lo posible para solucionarle el problema. Espero haberlo conseguido.
Ahora tengo por delante una semana de fiesta, una semana para dedicarme a mis cosas y por supuesto a mí mismo. Os aseguro que me apetece muchísimo. Después vendrán siete días de mañana pero para eso aún quedan muchas, muchas horas, es más, no quiero ni pensarlo.
Esta noche ha sucedido algo curioso. Venía de cenar junto con unos compañeros, la carretera estaba vacía, apenas unas luces de coches y al fondo, entre las nubes que cubrían la noche ha aparecido una luna roja, inmensa, comiéndose todo un firmamento de estrellas invisibles, de estrellas tapadas por una manta oscura pero que con toda seguridad estaban allí observando el mundo y junto a ellas la LUNA, sí, en mayúsculas porque no cabe que se diga de otra manera. Una LUNA majestuosa, impresionante, hermosa como la mujer que amas, hermosa como la mujer que deseas, hermosa como la mujer que esperas que un día esté contigo al llegar a Ítaca y sabes con toda la seguridad que proporciona la esperanza que en esos momentos sus manos cubrirán tus manos, su boca saboreará tu boca, sus labios recorrerán cualquier mínimo resquicio de piel que aun quede sin romperse después de una larga travesía. Una mujer que te amará como solo la mujer que te ama puede hacerlo. Una mujer que romperá el salitre que se deposita en los resquicios de un corazón empapado por esa mar que tanto nos da…y a veces tanto nos quita.
Una vez, hace ya muchos años, quizás demasiados, vi, junto con un amigo…o no, una luna parecida y a pesar de todo, a pesar de un amigo que quizás no era, a pesar de no estar quizás en el lugar adecuado, a pesar de todo eso…tengo grabada la imagen de esa luna brotando de un horizonte oscuro.
Pero me quedo con la última luna…con la que aún no he visto.
1 comentario:
"ME QUEDO CON LA ÚLTIMA LUNA...CON LA QUE AUN NO HE VISTO..." enorme!! =) sabes?? yo anoche vi esa luna...
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