Dentro de unas horas empiezaré a trabajar. Lo bueno de mi trabajo es que nunca sabes qué es lo que te vas a encontrar, por más que planifiques es imposible saber qué te va a deparar la tarde y eso me gusta. También me gusta el no estar encerrado en una oficina lleno de papeles que no me aportan nada, prefiero estar en la calle, buscando "soluciones" a los problemas que vayan surgiendo, me gusta tomar decisiones rápidas porque es así como hay que hacerlo...no queda más remedio, me gusta estar codo a codo con mis compañeros, aunque a veces la tensión del momento provoque que discutamos más de la cuenta, pero solo son unos minutos, luego nos relajamos y seguimos a lo nuestro.
Me gusta estar por la calle e imaginarme cómo será la vida de esas personas a las que vemos andando. Me gusta imaginarme cómo será la vida a través de esas ventanas iluminadas. Me gusta imaginarme cómo serán de felices o infelices. Cómo tendrán el alma. Me gusta imaginarme qué voz tendrán, qué acento, qué forma de hablar...
Es curiosa la vida, cuánta gente pasa por nuestro lado, se cruza en nuestro camino y sin embargo miramos...pero no la vemos.
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