martes, 2 de noviembre de 2010

PARQUES EÓLICOS MARINOS






El otro día me sucedió algo curioso. Estaba navegando cerca de la costa, al fondo tenía las montañas y sobre su vértice, recortados en el horizonte, un sinfín de modernos molinos de viento. Torres altas, delgadas, con unas aspas inmensas detenidas por la falta de viento. Entiendo que hay que evolucionar; entiendo, también, que la energía eólica sea la menos contaminante, o al menos eso creo, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que para llegar a esa cima habrán tenido que abrir un montón de pistas en las entrañas de esa cordillera. Quizás es que no quede más remedio, lo cierto es que no lo sé.



El caso es que estaba sentado en el banco de popa reparando unos cabos cuando por la radio empezaron a hablar sobre las energías renovables, todo muy interesante hasta que nombraron…los parques eólicos marinos, aunque ellos le llaman “parques Offshore”. Comentaron que en Escocia la filial británica de Iberdrola, Scottish Power, junto con otra compañía sueca van a construir en la costa de Norfolk (Reino Unido) uno de los mayores parques eólicos del mundo. Luego empezaron a hablar de la cantidad de megavatios que van a producir, de los países como Noruega, Suecia, etc que ya tienen sus propios parques eólicos marinos, etc.



No entiendo de detalles técnicos y quizás tengan razón y realmente sea una energía limpia, pero de lo que sí estoy seguro es que me imagino mi costa llena de estos “molinos” y no me gusta. Hay un estudio en el cual figuran la costa gallega, la provincia de Cádiz, Canarias, Murcia y el sur de Tarragona como zonas adecuadas para desarrollar parques Offshore.



Dicen que hay organizaciones ecologistas que apuestan por esta energía fundamentalmente por su escasa incidencia en el ecosistema. Yo no lo tengo tan claro, puede ser que esté equivocado, de hecho no soy ningún técnico, solo soy un hombre al que le gusta mirar la mar y ver como mi vista se pierde en el infinito.



No quiero navegar mientras sorteo esos elementos clavados como cuchillos en la mar.



No quiero navegar y escuchar otro ruido que no sean las velas de mi barco rozándo con el viento.